Lunes 23 de noviembre – Darlo todo y confiar en Dios.

Beato Miguel Agustín Pro, presbítero y mártir

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, hoy, como todos los días, diriges tu mirada y observas mi corazón. Sabes que tengo muy poco que ofrecerte y, sin embargo, lo esperas todo de mí. Permite que esta oración me impulse a darte realmente todo mi amor y todo mi ser, sin cálculos egoístas, sino con una generosidad creciente, sin límites, porque Tú eres el Rey de mi vida.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 21,1-4

En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba ahí dos moneditas, y dijo: «Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza ha dado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor.

Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto)

«La viuda del Evangelio, al igual que la del Antiguo Testamento, lo da todo, se da a sí misma, y se pone en las manos de Dios, por el bien de los demás. Este es el significado perenne de la oferta de la viuda pobre, que Jesús exalta porque da más que los ricos, quienes ofrecen parte de lo que les sobra, mientras que ella da todo lo que tenía para vivir, y así se da a sí misma.[…] A Dios le bastó el sacrificio de Jesús, ofrecido «una sola vez», para salvar al mundo entero, porque en esa única oblación está condensado todo el amor del Hijo de Dios hecho hombre, como en el gesto de la viuda se concentra todo el amor de aquella mujer a Dios y a los hermanos: no le falta nada y no se le puede añadir nada. La Iglesia, que nace incesantemente de la Eucaristía, de la entrega de Jesús, es la continuación de este don, de esta sobreabundancia que se expresa en la pobreza, del todo que se ofrece en el fragmento» (Benedicto XVI, 8 de noviembre de 2009).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Voy arreglar mis cosas personales para desprenderme de algo que aprecio, pero que realmente no necesito, para donarlo a quien lo necesita más y confiar en Dios.

 

«Hay un caso que nos debe doler sobre manera: el de aquellos cristianos que podrían dar más y no se deciden; que podrían entregarse del todo, viviendo todas las consecuencias de su vocación de hijos de Dios, pero que se resisten a ser generosos. Nos debe doler porque la gracia de la fe no se ha dado para que esté oculta, sino para que brille ante los hombres.»

(San J. Ma. Escrivá de Balaguer, Es Cristo que pasa)