«Yo veo cómo en las Misas de grupo ayuda el que haya niñas acolitando» – P. José Luis Maroto, LC

«Yo veo cómo en las Misas de grupo ayuda el que haya niñas acolitando» – P. José Luis Maroto, LC

El P. José Luis Maroto, LC, es el capellán del Cumbres School Valencia. Nació en Madrid hace 60 años y estudió con los Hermanos Maristas: “Hubo un año que los capellanes del colegio fueron Legionarios de Cristo. Ahí empezó todo”, cuenta en una entrevista que realizó la oficina de comunicación de España. Entre sus destinos apostólicos, además de colegios y secciones de adultos del Regnum Christi, también hay un largo periodo de párroco en Buenos Aires, Argentina, en la parroquia Santa María de Betania. El P. Maroto nos cuenta que “vivimos en un mundo muy cambiante que nos cuesta entender, por eso siempre hay que buscar caminos nuevos en la evangelización: eso es parte del desafío del trabajo pastoral en los colegios”. Por eso no es de extrañar que haya puesto en marcha apostolados como “Damas del Altar”, las convivencias y actividades para el profesorado y el personal del colegio, los ejercicios espirituales para alumnos de 4º de ESO previos a la Confirmación… Vamos a conocer al P. Maroto, sacerdote legionario de Cristo.

En los últimos años ha sido capellán de colegio. ¿En qué consiste su trabajo, su misión?

Como capellán trato de acercar las personas a Dios, principalmente a los alumnos, pero no solo. En este punto es muy importante la labor sacramental: celebración de la Eucaristía y confesiones principalmente. La predicación también tiene un lugar importante. Aquí se podrían incluir los retiros y convivencias. Y el trato personal ofrece muchas ocasiones para salir con el Señor a ayudar, en profundidad, a una sola persona.

¿Se podría definir como una especie de ‘padre espiritual del colegio’?

Sí. Cuando a un sacerdote le decimos Padre estamos diciendo un contenido lleno de sentido. Tenemos una paternidad espiritual con muchas personas, no sólo con las que tengo contacto ahora. En mi vida sacerdotal me he encontrado con muchas personas a las que he podido ayudar y con las cuales me siento ligado.

¿Qué es primero: evangelizar o enseñar? ¿Cuál es el objetivo en clave evangelizadora de un colegio Regnum Christi?

Cuando unos padres quieren que sus hijos estudien en un colegio Regnum Christi quieren para él una determinada formación (entre otras cosas, una formación académica). ¡Para eso son los colegios! Pero “enseñar” no se contrapone con “evangelizar”. La evangelización debe permear nuestro trabajo en el colegio. Cuando se logra estoy convencido de que se obtienen mejores resultados en las demás dimensiones de la persona.

¿Qué necesidades tiene cada etapa de alumnos?

Yo trabajo con primaria y secundaria. Cada etapa tiene su propia fisonomía. Hay que adaptarse a la edad y psicología del alumno. Pero en cada etapa hay que fijarse objetivos en varias áreas: vida espiritual (oración, sacramentos…), formación doctrinal (qué contenidos debe conocer el alumno), apostolado (qué puede hacer para transmitir el amor de Dios a los demás) Pero no hay que perder de vista que tratamos de encontrarnos con el alumno concreto. Por eso el trato personal es tan importante.

¿Trabaja en el ECYD?

Sí. El ECYD es una gran ayuda para que estos alumnos vivan su vida cristiana. Más adelante podrán incorporarse a los grupos de jóvenes del Regnum Christi. Incluso cuando dejen de ser alumnos de la obra educativa del Regnum Christi pueden encontrar un camino claro y sencillo para vivir su vida cristiana.

También hay una relación muy interesante con los padres de familia. ¿Cómo es su trabajo con ellos?

Donde he podido hacer más trabajo con ellos ha sido en algunas actividades especialmente para ellos. Por ejemplo, en tenido actividades con papás y padrinos de confirmación o con papás de primera comunión. Muchas actividades del colegio (charlas de formación, actividades de convivencia…) son buena ocasión para conocernos, saber qué necesitan, qué les podemos ofrecer… También les invitamos a participar en la vida específica del Regnum Christi. Y es importante destacar cómo agradecen ellos lo que haces por sus hijos. Lo valoran mucho.

Un ejemplo también es con el profesorado, usted va a organizar una convivencia de formadores de Cumbres School en julio. ¿En qué va a consistir?

Como capellán del colegio trabajo para todos los que forman parte de él: alumnos, profesores, personal administrativo… Los formadores además tienen un papel muy importante: no sólo transmiten conocimientos, transmiten valores. Un buen formador deja huella profunda en sus alumnos. Ellos también pueden dar un enfoque evangelizador a su trabajo. Por lo mismo hay que apoyarles y ayudarles. Si a los alumnos les ayuda en su vida cristiana una convivencia, ¿por qué no organizar también para formadores? En esta ocasión tendremos junto a momentos de convivencia momentos de oración. Algunas conferencias y actividades van a ir encaminadas hacia aspectos esenciales: cómo rezar, cómo puedo mejorar mi vida como cristiano…

También atiende una actividad extraescolar” que se llama Damas del Altar. ¿En qué consiste?

Es el equivalente de Caballeros del Altar en los niños. Damos formación espiritual y litúrgica a las niñas. Acompañamos también con algunas actividades recreativas (juegos, manualidades…)… y les enseñamos las partes de la Misa, cómo acolitar… Yo veo cómo en las Misas de grupo ayuda el que haya niñas acolitando. A las niñas que participan en este apostolado también les ayuda.

Todo este trabajo pastoral, ¿cambia el corazón del colegio? ¿Y de los alumnos y el resto de la comunidad escolar?

Sin duda. A nosotros nos toca poner nuestra parte y Dios es el que bendice. Por lo demás, hay que dar gracias a Dios porque se pueden ver muchos frutos (por más que siempre hay mucho que hacer).

¿Qué dificultades encuentra en este punto?

La parábola del sembrador es muy elocuente. Por más que el ambiente sea adecuado, que tú pongas lo mejor de ti… no siempre se van a dar todos los resultados que quisieras. A veces decimos que el ambiente les pesa mucho a los jóvenes, pero no sólo a ellos. Además, encontramos nuestra fragilidad, debilidad, pecado… que hacen que no siempre respondamos confiando en Dios. ¿Qué podemos hacer? Pues como el sembrador, sembrar con generosidad. Eso sí está a nuestro alcance.

¿Siempre está pensando en algo nuevo y diferente para hacer en el colegio?

Eso es parte del desafío. No siempre tocas la tecla adecuada. Vivimos en un mundo muy cambiante que nos cuesta entender. Por eso siempre hay que buscar caminos nuevos. Creo que la Iglesia ha sido un ejemplo de cómo se ha adaptado a circunstancias históricas, a diversos países…

¿Todo este trabajo lo hacen ustedes solos o tienen algún equipo de pastoral?

Indudablemente es un trabajo de equipo. El equipo de pastoral está presidido por el director del colegio, que manifiesta la importancia de esta misión. En ese equipo están los instructores de formación, coordinadores, profesores… Sería un error pensar que esta labor corresponde sólo al equipo de pastoral. En la medida en que todos los que trabajan en el colegio se suman a esto es cuando ese programa cobra más vida.

¿Cómo es la oración de un capellán de colegio?

Tengo mis momentos de oración a lo largo del día (oraciones de la mañana, meditación, breviario, rosario…) La Misa tiene un lugar central. Lo que también puedo decir es que en mis oraciones tienen un lugar muy importante las personas que Dios me ha encomendado (y en el presente, muchas son las que Dios me ha puesto en el colegio).