Domingo 13 de septiembre – No vivas de acuerdo a los esquemas del mundo.
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, el egoísmo, la soberbia y el orgullo me dominan. Fácilmente me veo envuelto en mí mismo, en mi punto de vista, mis deseos y mis caprichos. Busco el primer lugar y no me intereso mucho por los demás. Ayúdame a tener más control sobre esas terribles fallas para hoy mismo empezar a hacer algo para contrarrestar mis actitudes negativas. Que esta oración me dé el valor para hacer frente a ellas, con tu gracia sé que puedo mejorar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta:»¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Algunos dicen que eres Juan Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas».
Entonces él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le respondió: «Tú eres el Mesías». Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
Luego se puso a explicarles que era necesario que El Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día.
Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro: «¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres».
Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará».
Palabra del Señor.
Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa).
«Llegamos hoy al punto crucial en el que Jesús, después de haber verificado que Pedro y los otros once habían creído en Él como Mesías e Hijo de Dios «empezó a explicarles que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho…, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día». Es un momento crítico en el que emerge el contraste entre la forma de pensar de Jesús y la de los discípulos. Pedro, de hecho, se siente en el deber de regañar al Maestro, porque no puede atribuir al Mesías un final así de innoble. Entonces Jesús, a su vez, regaña duramente a Pedro, le marcó la línea, porque no piensa «según Dios, sino según los hombres» y sin darse cuenta hace la parte de Satanás, el tentador.
Sobre este punto insiste también el apóstol Pablo, el cual, escribiendo a los cristianos de Roma, les dice: «No os ajustéis a este mundo, no ir con los esquemas de este mundo, sino transformaros por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios».» (S.S. Francisco, ángelus 31 de agosto de 2014).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Aunque reciba críticas o desaires, insistiré en que vayamos, en familia, a la celebración de la Eucaristía.
« ¿Saben cuál es la primera tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios? Es el respeto humano.»
(Santo Cura de Ars, Sermón sobre las tentaciones)