Nuestra identidad

¿Quiénes somos?

Somos un instituto religioso clerical de derecho pontificio, constituido por sacerdotes y candidatos al sacerdocio.

Familia espiritual

Pertenecemos constitutivamente a la familia espiritual y cuerpo apostólico del Regnum Christi.

Regnum Christi

Formamos parte de la Federación Regnum Christi que se rige por sus propios estatutos.

El fin de la Congregación de los Legionarios de Cristo es dar gloria a Dios y buscar que Cristo reine en la vida de sus miembros, en el corazón de los hombres y en la sociedad.

1º Buscamos la propia santificación en el seguimiento de Cristo mediante la profesión y vivencia de los consejos evangélicos, la vida fraterna en común y una ardiente acción apostólica.

2º Nos entregamos con generosidad y pasión a la salvación de las almas en el servicio y edificación de la Iglesia, por medio de la oración, del testimonio de vida y del apostolado.

— Constituciones de la Congregación de los Legionarios de Cristo, n° 2.

Experimentando el amor de Jesucristo,
los legionarios comprendemos y sentimos la urgencia de:

Centrar toda nuestra existencia en Cristo por medio de un amor real, personal, viril y apasionado a Él.

Vivir una caridad auténtica como Cristo la testimonia y la predica en su Evangelio.

Anunciar a todos el amor misericordioso de Dios y llevarlos al encuentro redentor con Cristo.

— Constituciones de la Congregación de los Legionarios de Cristo, n° 3.

Vocación religiosa y sacerdotal

Llamado a la
vocación religiosa

«El cristiano, mediante los votos u otros vínculos sagrados […] hace una total consagración de sí mismo a Dios, amado sobre todas las cosas, de manera que se ordena al servicio de Dios y a su gloria por un título nuevo y especial. […] los consejos evangélicos, mediante la caridad hacia la que impulsan, unen especialmente con la Iglesia y con su misterio […] (Lumen Gentium, 44).

«Los tres consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia son un don de Dios, un camino de especial configuración a Cristo y el modo específico que nos es dado para ser sal de la tierra»

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 101.

Llamado a la
vocación sacerdotal

Como miembro de un instituto clerical, el legionario es también sacerdote. Así, existe una relación íntima entre su vida espiritual y el ejercicio fructuoso de su ministerio. «Los presbíteros existen y actúan para el anuncio del Evangelio al mundo y para la edificación de la Iglesia, personificando a Cristo, Cabeza y Pastor, y en su nombre». La identidad sacerdotal se expresa en el servicio que estamos llamados a desempeñar en favor de los fieles: el sacerdote es ministro de la Misericordia, da a los hombres el pan de Dios que baja del cielo y da vida al mundo (Jn 6, 33), y predica la Palabra. Dado que comunica las cosas de Dios sólo podrá hallar su plenitud si es de verdad un hombre de Dios (2Tim 3, 17).

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 102.

Legionario de Cristo: un estilo propio

El nombre “legionario de Cristo”, más que dar a entender cuál es la misión propia del instituto, apunta a un estilo que identifica a sus miembros.

«Al decir “de Cristo”, se subraya que el legionario es un discípulo y amigo del Señor, a quien se sabe vinculado para siempre como dice el salmo: Soy tuyo (119, 94). Hay una frescura e inmediatez en el contacto cotidiano con Él, muy lejos de cualquier formalismo o rigidez: A vosotros os llamo amigos (Jn 15, 15).

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 106-107.

Discípulo y
amigo del Señor

«En esta amistad, cultivada y profundizada a lo largo de toda la vida, buscando en todo la Gloria del Padre y la salvación de las almas, el legionario encuentra el principio unificador y conductor de su existencia».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 107.

Relación personal
con Cristo

«El legionario ha experimentado el amor y la llamada de Jesucristo y ha respondido centrando en Él la vida, «con un amor real, personal, viril y apasionado», haciendo de Cristo el criterio y modelo de la propia vida».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 107.

Buen soldado
de Cristo

«»Toma parte en los padecimientos, como buen soldado de Cristo Jesús» (2 Tim 2, 3). La vida religiosa se ha identificado desde sus inicios como una militia Christi. La Legión de Cristo se inserta en esta tradición».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 108.

Proponer el
Reino de Cristo

«Esta es la misión del legionario: proponer a los hombres que acojan en sus vidas el Reino de Cristo y destruir las obras del maligno; por eso se pone bajo la protección del arcángel san Miguel».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 109.

Amor y estima
por la obediencia

«La obra del demonio es la desobediencia. La palabra “legionario” nos recuerda la actitud opuesta, al sugerir un particular amor y una altísima estima por la virtud y el voto de obediencia».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 110.

Disponibilidad
para ser enviados

«Queremos profesar también nuestra disponibilidad para ser enviados allí donde haga falta. El legionario es también un hombre siempre en camino, con espíritu misionero, en las antípodas de cualquier forma de apoltronamiento».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 111.

Militancia
y atención al tiempo

«Atento a los signos de los tiempos, el legionario trabaja con celo y creatividad, buscando nuevos caminos, yendo a las fronteras de la Iglesia pastorales y de pensamiento. A esta actitud la llamamos “militancia”».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 112.

Desprendido,
vive como soldado raso

«El legionario vive desprendido de todo deseo de alcanzar una posición en el seno del instituto, acoge con espíritu de servicio los encargos que se le pide asumir, y vive con alegría la paz y la fraternidad que derivan de ser siempre un “soldado raso”».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 114.

Sentido de cuerpo
con nuestros hermanos

«Precisamente el nombre “legionario” se asocia con un fuerte compañerismo, que para nosotros se traduce en un sentido de cuerpo con nuestros hermanos, llamados por Cristo a la misma misión, con los que oramos y trabajamos».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 114.

«Caritas Christi
urget nos»

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 117.

«Nos apremia el amor de Cristo» (2 Cor 5, 14).

Esta expresión de san Pablo puede servirnos como síntesis y recordatorio de los rasgos que más identifican al legionario: Cristo como centro de nuestra vida interior, el amor como fuerza de cohesión con nuestros hermanos, el sentido de gozosa urgencia como estilo de nuestro apostolado.

Hay tres rasgos de la identidad del
legionario que se pueden considerar esenciales:

Un amor apasionado a la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre.

Una misión que le apremia y posee, es decir, que orienta e impulsa todos los actos de su vida.

Una espiritualidad religiosa y sacerdotal, por la cual se pone al servicio de la Iglesia y del Regnum Christi con sentido de comunión.

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 67.

Característica internacional

Nuestras comunidades están compuestas por miembros de diferentes nacionalidades para fomentar la unidad, ser un signo visible de comunión de vida evangélica y de la universalidad del Reino de Dios, lograr un mayor enriquecimiento personal y potenciar la labor apostólica por medio de la convivencia y el intercambio de los diferentes legados culturales.

— Constituciones de la Congregación de los Legionarios de Cristo, n° 6.

Inserción en la
Iglesia particular

Los legionarios, en nuestros diferentes trabajos apostólicos, nos insertamos en la pastoral orgánica de la Iglesia particular y colaboramos con ella en la instauración del Reino de Cristo, saliendo al paso de las necesidades de la Iglesia universal y particular, en comunión con el Santo Padre y los obispos.

— Constituciones de la Congregación de los Legionarios de Cristo, n° 5.

¿Qué significa ser Legionario?

«Significa ser hombre de Dios, apóstol apasionado de Cristo, formador de apóstoles, anunciador y testigo del amor misericordioso de Dios, hombre íntegro, evangelizador creativo, emprendedor inquieto y magnánimo. Es vivir cada día, cada acto, como respuesta gozosa al amor de Dios experimentado personalmente en un encuentro vital con Jesucristo. 

Es un camino de apostolado —per Regnum Christi—, con un único fin —ad Gloriam Dei—. Ser legionario de Cristo es recibir de Dios la llamada a una vida religiosa y sacerdotal que comprende todos estos elementos y muchos más. Por eso un carisma es una realidad viva que se expresa mejor de forma narrativa que con definiciones».

Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», n° 65.

¿Te has preguntado
a qué te está llamando Dios?

Conoce la vocación legionaria y discierne con nosotros