Viernes 27 de noviembre – Estamos en la última hora.
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Espíritu Santo, qué difícil es discernir convenientemente lo que debo hacer para corresponder a la inmensidad de tu misericordia. Confío, y humildemente te suplico, que esta oración me dé la sabiduría para cumplir con amor y ánimo filial la voluntad de Dios.
Evangelio del día, (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: «Fíjense en la higuera y en los demás arboles. Cuando empiezan a dar fruto saben que ya está cerca verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse».
Palabra del Señor
Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)
«Con la venida de Dios en la historia estamos ya en los tiempos “últimos”, después de los cuales el paso final será la segunda y definitiva venida de Cristo.
Naturalmente aquí se habla de la ‘calidad’ del tiempo, no de su ‘cantidad’. Con Jesús ha venido la plenitud del tiempo, plenitud de significado y plenitud de salvación. Y no habrá más una nueva revelación, pero la manifestación plena de lo que Jesús ha ya revelado.
En este sentido estamos ya en la ‘última hora’; cada momento de nuestra vida no es provisorio es definitivo y cada acción nuestra está cargada de eternidad. De hecho la respuesta que damos hoy a Dios que nos ama en Jesucristo, incide en nuestro futuro.
La visión bíblica y cristiana del tiempo y de la historia no es cíclica, pero linear: es un camino que va hacia un cumplimiento. Un año que ha pasado por lo tanto no nos lleva a una realidad que termina pero a una realidad que se cumple, es un paso ulterior hacia la meta que está delante de nosotros: una meta de esperanza y de felicidad, porque encontraremos a Dios, razón de nuestra esperanza y fuente de nuestra alegría.» (Homilía de S.S. Francisco, 31 de diciembre de 2013)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy agendar mi próxima dirección espiritual, para identificar, o seguir trabajando en superar mi defecto dominante, esforzándome por adquirir la virtud contraria.
«El alma vacila siempre: cuando reflexiona sobre la eternidad se decide por la virtud; pero cuando mira lo presente prefiere los placeres de la vida.»
(San Basilio, en Catena Aurea)