Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, celebró la dedicación de la Iglesia y la consagración del Altar de la capilla del Noviciado de Santa María de la Montaña, en Monterrey.
Acompañado por 8 sacerdotes legionarios destacó en su homilía que la capilla es «lugar de oración, lugar sacerdotal y lugar de alegría, teniendo en cuenta estas tres características podremos superar los obstáculos de la vida». Recalcó la misión vocacional que una congregación religiosa tiene en la Iglesia, reconociendo tres factores importantes: la oración, el testimonio de vida y la promoción vocacional, y añadiendo que “todos tenemos que ser promotores vocacionales” y nos incitó al apoyo mutuo ya que “somos un cuerpo, el Cuerpo de Cristo, a todos nos tiene que ir bien”.
La ceremonia se realizó en medio de cantos tanto en español como en latín interpretados por los novicios y humanistas del centro. Estuvieron presentes también algunos familiares, amigos y los alumnos del Centro Vocacional de los Legionarios de Cristo en Monterrey.
Como en toda consagración, uno de los momentos más destacados fue la unción del Altar con el óleo crismal, signo de la unción del mismo Jesucristo que es Sacerdote, Víctima y Altar, acompañado luego por la incensación.
El nombre que desde ahora lleva la capilla del centro de formación es “Cristo Salvador y Santa María de la Montaña”.
Luego de la celebración, Mons. Rogelio desayunó junto a la comunidad del centro, quienes le obsequiaron un pastel con la imagen de su escudo episcopal con motivo de los 20 años como obispo celebrado el lunes pasado. Desde ahora, cada 4 de junio, se celebrará la Fiesta de la Dedicación de la Iglesia en el Noviciado, cuyo grado según las rúbricas es de Solemnidad Cristológica.
La homilía de Mons. Rogelio de ese día se puede ver aquí
Con información de EnMovimiento de Monterrey.