El sábado 8 de julio los religiosos Julio Reyes y Edwin Pereira, legionarios de Cristo, fueron ordenados diáconos en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe de El Salvador. Con estos dos neo-diáconos, ya son tres los legionarios salvadoreños.
Mons. Luis Morao Andreazza, obispo emérito de Chalatenango, presidió la misa de ordenación. Lo acompañó Mons. Jorge Bernal, obispo emérito de la Prelatura de Cancún-Chetumal, así como los miembros de la comunidad de padres legionarios de El Salvador, las familias del Regnum Christi de San Salvador y de Guatemala.
Ambos diáconos tienen un vínculo en su historia vocacional con los dos obispos eméritos: Mons. Luis Morao Adreazza era párroco de la familia del P. Julio, fue muy cercano a ellos y prácticamente vio nacer su vocación. El obispo Morao, es un franciscano que ha desarrollado una labor misionera ejemplar en Filipinas y Guatemala, transmitiendo siempre un especial espíritu de amor a Cristo y a las personas más necesitadas.
El P. Edwin, por su parte, durante su periodo de prácticas apostólicas fue secretario de Mons. Jorge Bernal. En ese tiempo pudo ser testigo del incansable trabajo por llegar a las comunidades más alejadas de Quintana Roo y la profunda vida de oración del obispo. Este testimonio lo ha marcado en su vocación sacerdotal.
Desde Guatemala, una pequeña delegación del Colegio Mano Amiga asistió a la ordenación para acompañar la misa con sus cantos. Al finalizar la celebración eucarística, se preparó una recepción en el Colegio Highlands de San Salvador para las familias de los diáconos.
Durante unos días, la comunidad de El Salvador recibió la vista de Mons. Jorge Bernal, primer obispo de la Prelatura de Cancún-Chetumal. Visitó el Colegio Highlands y la sección de señoras del Regnum Christi, donde participó en la Hora Eucarística de los jóvenes y compartió un breve testimonio. Enriqueció a los miembros de la comunidad con sus anécdotas de la fundación, de los primeros años en la Legión y del trabajo en la Prelatura.