Como la Misa clausurará el día, la mañana arranca con sesión plenaria. Toca trabajar las conclusiones del discernimiento de la Asamblea, en la que los delegados quieren recoger los principales puntos de llegada de su discernimiento, y los aspectos que aún quedan por trabajar en los próximos meses, con el objetivo de compartir con todos los miembros una referencia escrita de lo trabajado durante la Asamblea a lo largo de estos días. La Asamblea es consultiva, y sirve para orientar al gobierno en el camino hacia un último borrador del Estatuto, que se aprobará en noviembre.
También se han dedicado espacios largos hoy para que los delegados compartiesen a corazón abierto la intimidad de sus experiencias de perdón, su necesidad de encontrarse con la memoria, la historia, con sus propios errores, con la necesidad de pedir perdón, de reconocer las heridas, y de volver a hacer experiencia de la misericordia del Señor, de que la resurrección es posible en la vida de la Iglesia.
El P. Ghirlanda ha acompañado las sesiones plenarias del día de hoy. En sus palabras, cariñosas, ha recordado las veces que le han hecho «miembro de honor» del Regnum Christi. Con unas palabras del director general, el P. Eduardo, se ha puesto fin a la última sesión del día antes de emprender el camino a la misa de clausura y la cena que tuvieron lugar en el Colegio Internacional Legionarios de Cristo en Roma.
El padre Eduardo Robles-Gil, L.C., presidió la concelebración eucarística conclusiva de acción de gracias a Dios por la Asamblea General extraordinaria del Regnum Christi. Al iniciar la homilía, el padre Eduardo dijo: «Finalizamos agradeciendo a Dios nuestro Señor la primera sesión de la Asamblea General extraordinaria del Regnum Christi. No es la primera vez que nos reunimos todas las ramas […], pero de alguna manera, es la primera vez que las cuatro ramas del Regnum Christi nos reunimos para tratar de ver un asunto de este tipo, en el cual queremos, frente a la Iglesia, declarar que somos uno».
«Agradecemos, en primer lugar, a Dios nuestro Señor en esta Misa, todas sus gracias, toda su protección. Agradecemos a la Iglesia, al Papa, a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica representada por el padre Ghirlanda, S.J., que durante ocho años ha estado con nosotros. Quisiera agradecer, en especial, a quienes han participado más directamente en este proceso. Y, sobre todo, a los laicos del Regnum Christi que dejan su trabajo, dejan su casa, dejan a sus familias y vienen a ésta que también es su casa», añadió.
Después, reflexionó en la dimensión comunitaria de la Iglesia reflejada en la vida de los apóstoles y de las primeras comunidades cristianas. Resaltó, de manera particular, el ejemplo de san Pedro que dijo: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios» (Jn 6, 68-69). «San Pedro contesta, desde su simple humanidad, en primera persona del plural: “nosotros hemos creído”. Habla y responde por los demás. Respondió “nosotros” porque se sentía y era parte de un grupo que creía y vivía lo mismo. Pero también porque Jesucristo ya veía a los apóstoles como un grupo que cada uno había convocado […]. Somos una familia espiritual. Nosotros hemos creído que esta es nuestra casa. Les invito a pedir al Señor que nos confirme en esta convicción, que es la que hará que el Regnum Christi pueda ser una casa amplia, con sus puertas abiertas, para que sea encuentro de Dios con los hombres, que sea una familia de apóstoles que nos motivamos e impulsamos a la santidad y al apostolado», dijo el padre Eduardo.
Para más información se puede consultar la página web www.rcstatutes.org
Imágenes del día se pueden ver aquí.