El P. Carlos Zancajo, LC, concluye su mandato este sábado 1 de agosto como director territorial de los Legionarios de Cristo en España y miembro del Colegio Directivo Territorial del Regnum Christi. Ha vivido seis años de mucha transformación y cambio. Es el último director territorial de la Congregación en España que lo ha sido también de todo el conjunto del Regnum Christi. Además de la Constitución de la Federación Regnum Christi a nivel internacional, durante su gobierno en España se han tenido que abordar cuestiones como la consolidación de la obra educativa, el encauzamiento y saneamiento de la deuda, el impulso de la vida en la secciones de laicos o el traslado del noviciado de la Legión de Cristo de Salamanca a Madrid.
¿Misión cumplida?
¡Solo Dios lo sabe!
Vuelve a Venezuela. ¿Qué espera encontrar allí y cuál será su misión?
Por las noticias que me llegan, parece que encontraré un país económicamente quebrado, desmoralizado en las instituciones, anímicamente desesperanzado. Desde aquí, no es fácil hacer planes hasta conocer bien la realidad.
¿Qué se lleva?
Algunos años más de vida, algunas experiencias humanas muy enriquecedoras y el deseo de aprovechar bien el último tramo de la vida.
¿Qué deja en España?
Lo que me queda de la familia y un buen grupo de hermanos legionarios con los que he trabajado muy a gusto.
Quizás tenga tiempo de nuevo para volver a leer…
He leído poco en estos 6 años. Mejor dicho, he leído demasiadas páginas propias del cargo: documentos burocráticos imprescindibles y que se olvidan pronto. Espero leer de nuevo los clásicos de la filosofía perenne, de la literatura universal, ensayo sobre los temas candentes de la actualidad.
Posiblemente estos años han sido de las páginas más hermosas y de mayor madurez del Regnum Christi en general, que ha cristalizado en la constitución de las Sociedades de Vida Apostólica de las Consagradas y de los Laicos consagrados del Regnum Christi, y la propia Federación Regnum Christi. ¿Qué lecciones le ha dejado esta etapa?
Que los caminos de Dios son inescrutables y sus caminos no son nuestros caminos. Una cosa piensa el burro y otra el que le pone la albarda. Con el poeta, “yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero”. Y me pregunto: “¿A dónde el camino irá?”.
Los caminos de Dios son inescrutables y sus caminos no son nuestros caminos
Es el último Director Territorial de la Congregación en España que lo es también de todo el Regnum Christi: desde la entrada de los Estatutos, el Regnum Christi tiene un gobierno colegial como Federación. ¿Cuál ha sido su experiencia en el gobierno colegial?
Aprendizaje. Generalmente el producto final de los equipos de trabajo es el reflejo y síntesis de la calidad de las partes que componen el todo (consejo, colegio…). Importa mucho la capacidad y el talante que cada uno lleva a la hora de trabajar, debatir y consensuar.
En estos seis años le ha tocado lidiar situaciones muy complejas: gestionar la deuda que tenía el territorio, trasladar el noviciado de Salamanca a Madrid… Llegó en un momento en el que dos colegios estaban aún pendientes de consolidarse, y se marcha con todos los colegios confirmados y creciendo. ¿Se siente satisfecho? ¿Algún pendiente?
Gracias a Dios, hay muchos pendientes, porque si no, sería ya el fin del mundo, el fin de la entropía por agotamiento de los retos. Por ejemplo: vocaciones, consolidación de las instituciones educativas para que evangelicen a fondo y eduquen con excelencia a las nuevas generaciones, los programas de pastoral familiar, seglares comprometidos más presentes en las realidades temporales para transformarlas con el fermento evangélico…
Han sido tiempos duros también en los que han decidido seguir afrontando la verdad de su historia y de los abusos…
Creo que hemos hecho un esfuerzo muy sincero para “proteger y sanar”, así como de “conversión y reparación”. Quizás a algunos les parezca demasiado y a otros demasiado poco. Cualquiera que conozca estas tristes realidades sabe lo difícil que es practicar la justicia, la prudencia y la caridad, al mismo tiempo. Confío en que el Espíritu Santo y la Iglesia nos guían.
Renovarse es volver a la fuerza original del Espíritu que reanima los huesos secos.
Si piensa en todos sus hermanos legionarios del territorio de España, ¿qué le viene al corazón?
La mies es mucha y los obreros pocos. O nos multiplicamos, o caemos en el “invierno demográfico” del que es muy difícil salir. Renovarse es volver a la fuerza original del Espíritu que reanima los huesos secos, al Amor primero al que nada le parece imposible o demasiado en la entrega.
¿Cuál es el principal reto de los legionarios de Cristo en España para los próximos años?
Ya lo dije: son varios: vocaciones jóvenes, formar apóstoles y líderes cristianos, cuidar y valorar el propio carisma, reforzar nuestros programas sociales para aliviar la pobreza de muchos, salir de la zona de confort personal e institucional…
¿Cuál diría que ha sido el avance más significativo de la Congregación en el territorio durante su sexenio como director territorial?
Difícil saberlo; quizás, pasar ya la página de la última década y remar mar adentro; dejar la comodidad y la seguridad del puerto, y navegar sin miedo mares ilimitados y procelosos donde la pesca es abundante y el Señor domina las tormentas.
¿Cuál es el mensaje o consejo número uno que le ha dejado al P. Javier Cereceda como siguiente director territorial de la congregación y miembro del colegio directivo territorial del Regnum Christi en España?
Vísteme despacio, que tengo prisa. “Natura non facit saltus”, o lo que es lo mismo: ¡al ritmo de Dios y de la Iglesia!
¿Qué ha cambiado en su corazón sacerdotal durante estos años?
La convicción de que soy prescindible, como la batuta del director de orquesta: a veces la usa, a veces la deja en el atril… pero la música sigue y cada instrumento ejecuta su melodía.
La convicción de que soy prescindible, como la batuta del director de orquesta
¿Algún recuerdo que se le ha quedado grabado en la memoria de este tiempo?
Nuestra casa de Salamanca vacía y poblada por un silencio que aprieta el corazón.
Cuando uno es director territorial, ¿reza más? ¿Se necesita rezar más? ¿Se agarra con más fuerza a Dios que antes? ¿Cómo cambia la relación con el Señor cuando se tiene esa responsabilidad sobre tantas personas?
¡Muchas preguntas complejas! Dice san Pablo: “Dios nos consuela en toda tribulación nuestra para que podamos nosotros consolar a los que están atribulados” (2 Cor 1). Llevo ante el Señor las preocupaciones del día, las personas concretas, lo posible y lo imposible… para pacificar el espíritu.
¿Y qué le dice Dios?
Largos silencios. Está claro que Él tiene el timón; tú, rema.
¿Quién es hoy el P. Carlos Zancajo?
¡Uff!
¿Qué es el futuro?
El proyecto de Dios.
¿Qué es el pasado?
Aguas de la vida en remanso.
Una palabra para los legionarios de España.
¿Solo una? ¡Sé lo que eres! Mantén la propia identidad, porque es un don de Dios. Si no tuviéramos una fisonomía propia, ¿por qué y para qué Dios nos suscitó en la Iglesia? La fisonomía es compleja: física, espiritual, intelectual, apostólica; hace falta humildad sustancial para vivirla sin recortes a título personal, o a golpes del capricho y de la mundanidad. Si somos lo que tenemos que ser, incendiaremos el mundo que nos rodea. Si no, aumentaremos sus cenizas.
Una palabra para las consagradas.
Creced y multiplicaos. Que la secularidad no ahogue la vocación a la santidad evangélica.
Una palabra para los laicos consagrados.
Lo mismo.
Una palabra para los laicos.
“Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo. No se encienda una lámpara para esconderla debajo del celemín”. Los hijos de las tinieblas nos ganan en astucia y dedicación.
Un lugar de España.
Camarines, 12.
Un número de sus Constituciones.
El último, n. 235 (“Los legionarios han de conformar su vida con Cristo, regla suprema del religioso, según el Evangelio y estas Constituciones”).
Un número de los Estatutos de la Federación.
Me gustan muchos. Por ejemplo, del 6 al 26: Los fundamentos espirituales. O el 10, sobre el estilo de entrega.
Un pasaje del Evangelio.
Mejor dos: “Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón”. “Hijo, ahí tienes a tu Madre”.