«Fue un sacerdote sencillo, sacrificado y bondadoso», comenta el P. Eugenio Martín Elío, LC al compartir la noticia del fallecimiento del P. Arturo en las redes sociales.

El P. Arturo nació en el poblado de La Moncana, Tarimoro, (Guanajuato-México), el 18 de octubre de 1935, miembro de la Legión de Cristo desde temprana edad. Ingresó en 1952 al centro vocacional «Quinta Pacelli» para, posteriormente, ingresar al noviciado de Roma en 1956. Su profesión perpetua fue el 5 de enero de 1962.

Fue en la capilla del centro vocacional «Quinta Pacelli», lugar en el que comenzó su formación, donde recibió la ordenación diaconal el 5 de mayo de 1972 y, posteriormente, la ordenación sacerdotal.

Gran parte de su ministerio sacerdotal lo llevó a cabo en el centro vocacional de Ontaneda, España. Fue en el año 2001 que llegó a la entonces Prelatura de Cancún-Chetumal, donde se desempeñó como párroco, director espiritual y confesor en distintas parroquias.

A partir de octubre de 2018 estuvo en una de las comunidades de Cancún, donde recibió toda la atención necesaria por su estado de salud, hasta el 11 de septiembre, fecha en la que fue llamado a la casa del Padre a la edad de 84 años.

Tuve el privilegio de convivir algunos años con este grande, sencillo y paciente sacerdote. Fue para mí una persona que dejó huella en mi vida con sus buenos ejemplos de caridad y sencillez en silencio. Que Dios lo tenga en sus brazos (Rafael Nava, en el libro de condolencias).

Libro de condolencias