El 15 de mayo de 2021 en la Ciudad de México se celebró una misa histórica con la ordenación de un diácono y cuatro sacerdotes en época de pandemia.
La celebración se realizó en la parroquia de San Agustín, de la Ciudad de México, bajo las normas sanitarias requeridas y fue presidida por Mons. José Antonio Fernández, arzobispo de Tlalnepantla y concelebrada por el P. Alberto Simán, LC, director territorial para México y Centroamérica de los legionarios de Cristo, acompañado por algunos padres legionarios, laicos consagrados, consagradas del Regnum Christi y algunos familiares.
Hoy se ordenan sacerdotes marcados por el sufrimiento de una sociedad en pandemia: “Esta pandemia me ha transformado en alguien más sensible al sufrimiento, a la soledad de las personas, debemos tener más disposición a estar cerca y escuchar a los demás. Lo que hemos vivido nos ha humanizado más como sociedad y como sacerdotes”, expresó el P. César Fernández, LC, un día antes de su ordenación.
Después de la liturgia de la palabra, el P. Alberto Simán, LC, presentó al Arzobispo los candidatos al diaconado y al sacerdocio expresando que según el parecer de la Iglesia son dignos para la ordenación. Los ordenados son César Fernández Xicoténcatl, LC, del estado de Hidalgo; Pablo Vivanco de Esesarte, LC, de la Ciudad de México; Daniel Preciado Valtierra, LC, de la ciudad de Xalapa, y Diego Trillas Díaz, L.C., de la Ciudad de México y José Alfredo Rodríguez Mendiola, LC, ordenado diácono, originario de Irapuato.
Mons. José Antonio se dirigió a los jóvenes ordenandos para pedirles que sean sacerdotes entregados a la oración, así como Jesucristo que llevaba una relación íntima de diálogo con su padre y le enseñaba a los discípulos la forma de hacer oración.
Les pidió que, de manera especial, sean agentes de unidad y comunión ante una humanidad dividida y polarizada en medio de una crisis de inseguridad, económica, social y de falta de empleo que se ha acentuado por la pandemia. Les pidió que lleven esperanza, la unidad y que trabajen especialmente por los más necesitados: “Es urgente que los pastores, ustedes, nosotros, tengamos cercanía con nuestro pueblo, con tantos hermanos que han sufrido, que sufren y necesitan consuelo y solidaridad. Es urgente seguir promoviendo la comunión con una clara conciencia del día a día, ir construyendo la familia de Dios con la fraternidad a la que nos invita a Jesucristo”.
Resaltó la gratitud que deben tener hacia sus padres, familiares, amigos, formadores y con todas las personas que los han ayudado a descubrir su vocación en el servicio.
Al finalizar la celebración el P. Alberto Simán, LC agradeció a Mons. José Antonio Fernández la ordenación, a los papás de los ordenados agradeció su apoyo, pues no es fácil dejar a un hijo; agradeció a los sacerdotes que han sabido llevar día con día su cruz. A los asistentes expresó que el don del sacerdocio es para ellos, y pidió que no dejen de orar por los sacerdotes para que sea fieles hasta la muerte.
Para el nuevo sacerdote Daniel Anselmo, esta pandemia y los temas controvertidos que se han dado en la Iglesia han modificado la forma de evangelizar: “Creo que ahora se debe evangelizar de una manera más testimonial, para ayudar y servir en el silencio con muchas muestras de caridad, de cercanía y escucha a las personas”.