Tardó en llegar a Chile, pues fue destinado en plena pandemia. Actualmente se desempeña como coordinador de las secciones de adultos del territorio de Chile y como director de la sección de señores de La Dehesa. “Hoy miro hacia atrás y pienso en tantas personas que Dios ha puesto en mi camino a través del sacerdocio y entiendo que ha valido la pena”, comenta el P. Javier Caballero, LC.
De familia católica, con dos hermanos y tres sobrinos, el padre Javier se educó en colegios jesuitas, que destacaban por su alta exigencia académica, compromiso social y su amplia oferta deportiva. De hecho, casi no hay disciplina deportiva que no haya practicado alguna vez en su vida: tenis, fútbol americano, clavados, soccer, béisbol, entre otros. Hasta hoy le gusta el deporte.
Su encuentro profundo con Dios y el Regnum Christi se dio al finalizar la enseñanza media. Comenzó a participar en algunas actividades y luego inició un curso de discernimiento vocacional donde experimentó el llamado de Dios. “Si Dios me amaba, ¿por qué me quitaba aquello que me hacía feliz? Luego entendí el valor de una felicidad más profunda”, comenta. Al decir “aquello que me hacía feliz”, se refiere a su familia, viajes, amigos, deportes y fiestas. “Aun así, no podía no darle una oportunidad a Dios. No quería seguir a Dios, pero tampoco tenía una razón válida para no hacerlo”, explica.
El P. Javier comenzó su camino de formación de seminario en España, y luego fue enviado a Italia, país en que inició el noviciado. “Dios llama, pero siempre te deja en libertad de aceptar o no su invitación. Yo le dije que sí y es ese es mi único mérito”. Desde que fue ordenado sacerdote, han transcurrido ya 16 años. “Me considero un sacerdote feliz. Puedo decir que soy sacerdote porque Dios me llamó, pese a que al comienzo no lo quería, no lo pensé ni jamás lo busqué o imaginé. Es hermoso ver que Dios siempre te devuelve más de lo que tú pobremente le puedes ofrecer”.
¿Qué le ha parecido vivir su vocación en Chile?
Fantástico. Me maravilla la gran labor que se ha hecho hasta ahora como Regnum Christi. Es un país con una gran demanda pastoral, donde uno no se da abasto, hay tantas necesidades y solicitudes por atender. Es un gran país, con gente muy valiosa y hospitalaria.
Desde su labor, ¿qué es lo que las personas más necesitan?
Presencia y un verdadero acompañamiento humano y espiritual, actividades de formación, escucha y vida sacramental. Es hermoso constatar que la presencia de sacerdotes y personal consagrado en su día a día fomenta que se dé una amistad profunda y auténtica, vínculos sólidos que van más allá del tiempo y la distancia, donde el ideal de la santidad brota de manera natural, sencilla y espontánea.
¿P. Javier, en qué están enfocados en la sección señores de La Dehesa durante este 2022?
Estamos enfocados en volver a encantar a las personas post pandemia y recuperar la marcha normal de una sección, con un esquema híbrido, combinando actividades presenciales con otras virtuales. Hemos retomado los encuentros con Cristo semanales, los retiros mensuales, triduos, cursillos y convivencias anuales por equipos, las jornadas de formación para responsables y el acompañamiento espiritual y sacramental. Además, poco a poco he ido conociendo a cada uno de los miembros de la sección. Doy gracias a Dios por la gente tan buena, generosa y cualificada que forma parte del Regnum Christi.
¿Cuáles son los principales desafíos?
La formación, el crecimiento y la renovación generacional de la sección, sobre todo a través del trabajo pastoral con matrimonios y lograr que cada persona que participa en la sección haga una profunda experiencia de Dios, que lo transforme en apóstol, capaz de realizar grandes obras por Dios y por los demás.
¿Qué es lo que más le gusta realizar como sacerdote?
Constatar la acción de Dios y su gracia en las personas. Me gusta predicar, formar, motivar, dar apoyo, estructura, empuje al trabajo y acompañar a las personas, matrimonios, familias y a los sacerdotes que conforman nuestro territorio en la vivencia de su misión y vocación. Al final, lo que vale es dar gloria a Dios y eso, hagas lo que hagas, es bello y fecundo.
¿Qué significa para usted el Regnum Christi?
Es un estilo de vida que proviene de una invitación de Dios a la esperanza y confianza, para colaborar con Él en la instauración de su Reino, y para ser auténticos, coherentes, creíbles, dando testimonio de su amor para con todos. Es una bendición, un regalo, un tesoro para la vida de quienes Dios llama a formar parte de.