Se han cumplido 5 años de su fallecimiento y sus restos mortales han sido trasladados a la Abadía de Fossanova, un monasterio cisterciense de gran tradición y el lugar donde murió Santo Tomás de Aquino. Aprovechamos esta ocasión para recordar su vida, su obra y su legado.
El 9 de julio del 2010, el Cardenal Velasio de Paolis fue nombrado por el Papa Benedicto XVI delegado Pontificio de la Congregación de los Legionarios de Cristo. Fue sin duda una misión que desempeñó con paternal solicitud y por lo cual estamos muy agradecidos, ya que no solo afrontó con nosotros la tarea principal encomendada por el santo Padre de reelaborar las Constituciones y revisar el carisma, sino también nos acompañó en la atención a los problemas de mayor importancia y urgencia de la Congregación a fin de salvaguardar el espíritu, la disciplina y la perseverancia de los miembros.
Se han cumplido 5 años de su fallecimiento y sus restos mortales han sido trasladados a la Abadía de Fossanova, uno de los monumentos religiosos más importantes de la Edad Media, lugar donde murió Santo Tomás de Aquino y lugar de oración. Por este motivo, recordamos la vida y trabajo del cardenal de Paolis.
Biografía
El cardenal Velasio De Paolis, C.S., presidente emérito de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede, nació el 19 de septiembre de 1935 en Sonnino, diócesis de Latina-Terracina-Priverno (Italia). Estudió en el seminario menor de la Congregación de los Misioneros de San Carlos Borromeo, también conocidos como scalabrinianos. Emitió su primera profesión religiosa el 20 de septiembre de 1955 en Crespano del Grappa, y la profesión perpetua el 4 de octubre de 1958 en Piacenza. Recibió la ordenación sacerdotal también en Piacenza, en la casa madre de su Instituto, el 18 de marzo de 1961.
Comenzó como profesor de teología moral y de derecho canónico en el seminario mayor scalabriniano en Piacenza y después enseñó en Bassano del Grappa de 1965 a 1970. Sucesivamente fue rector del colegio internacional en Roma hasta finales de 1974. Al mismo tiempo fue vicario provincial de su Congregación y, en 1974, comenzó a colaborar como consejero y procurador general.
En 1971 inició su periodo como docente en la facultad de derecho canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana. En 1980 pasó a ser profesor extraordinario y en 1983 profesor ordinario. En 1987 fue llamado a enseñar también en la Pontificia Universidad Urbaniana, en calidad de profesor agregado de la facultad de derecho canónico. Más tarde fue profesor ordinario y en 1998 fue nombrado decano de la facultad, donde impartió las clases de teología del derecho.
Fue consultor de varios dicasterios de la Curia Romana: La Congregación para las Iglesias Orientales; la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.
Se dedicó también a la actividad apostólica y a la predicación dando cursos de ejercicios espirituales y jornadas de retiro a diversos grupos parroquiales, laicos y comunidades religiosas.
El 30 de diciembre de 2003, Juan Pablo II lo nombró secretario del Tribunal de la Signatura Apostólica, del que más tarde sería juez. El Papa le asignó la sede episcopal titular de Telepe y recibió la ordenación episcopal en la Basílica de San Pedro el 21 de febrero de 2004, de manos del cardenal Angelo Sodano, entonces Secretario de Estado.
El 12 de abril de 2008 fue nombrado presidente de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede por el Papa Benedicto XVI y, al mismo tiempo, fue promovido a arzobispo. El mismo Papa Benedicto XVI lo hizo cardenal de la Diaconía de Jesús Buen Pastor en la Montaña en el consistorio del 20 de noviembre de 2010 y un año más tarde, el 21 de septiembre de 2011, acogió su renuncia al puesto de presidente de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede por límite de edad.
Murió en Roma el 9 de septiembre del 2017, y fue sepultado en la Iglesia de los Padres Scalabrinianos en el cementerio Romano del Verano. Ahora su cuerpo reposa en la Abadía de Fossanova.
La Abadía de Fossanova
La Abadía de Fossanova fue fundada en el siglo IX por los Benedictinos, pero en 1133 pasó a los Cistercienses, quienes restauraron y reestructuraron la zona pantanosa al cavar un «Foso Nuevo» para el flujo de agua, el cual le da nombre a la Abadía. La iglesia fue consagrada al Papa Inocencio III el 10 de junio de 1208 y vivió un período de riqueza hasta mediados del siglo XV, cuando disminuyó lentamente hasta 1826, año en que Leo X lo confió nuevamente a una comunidad monástica.
La Abadía de Fossanova y su pueblo medieval están a pocos kilómetros de la ciudad de Latina, a lo largo del río Amaseno. Este complejo monástico cisterciense es uno de los más bellos de Italia y, desde 2006, la región del Lazio lo ha identificado como una excelencia del patrimonio arquitectónico, histórico y artístico, uno de los grandes «atractivos culturales» de la región.
Es también importante mencionar que en la enfermería de la Abadía se encuentra la habitación en donde Santo Tomás de Aquino vivió, rezó y meditó en los últimos días de su vida y donde murió en 1274; todavía se conserva en la iglesia su tumba vacía (el cuerpo fue trasladado por los dominicos a Toulouse a finales del siglo XIV) que consiste en una losa rectangular de mármol o travertino.