En un mensaje enviado a todos los legionarios, el padre John Connor, L.C., director general de la Congregación, los ha motivado a unirse a la invitación del cardenal Pierbattista Pizzaballa, apoyada por el Papa Francisco.
En el contexto de los actuales acontecimientos en Tierra Santa, donde la Legión de Cristo tiene presencia en dos lugares, Jerusalén y Magdala, en un mensaje, el P. John Connor, L.C., director general de la Congregación, ha invitado a sumarse a la Jornada de Ayuno y Oración, este 17 de octubre, promovida por el Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, y extendida a toda la Iglesia por el Papa Francisco (leer carta del Patriarca aquí).
En el Angelus del domingo 15 de octubre, el Papa Francisco ha invitado a participar en una jornada de oración y ayuno por la paz el martes 17 de octubre
Crédito: Vatican News
En dicha carta, el Patriarca indica que «…Dios no es Dios de desorden, sino de paz», citando el Nuevo Testamento (1 Corintios 14, 33), deseando que «¡el Señor nos dé verdaderamente su paz!». Adicionalmente, indica que «el dolor y la consternación por lo que está sucendiendo son grandes (…) El odio, que lamentablemente ya hemos experimentado durante demasiado tiempo, aumentará aún más, y la espiral de violencia que sigue creará más destrucción». Es por eso que recalca que «sentimos la necesidad de orar, de volver nuestro corazón a Dios Padre. Sólo así podremos sacar la fuerza y la serenidad para vivir este tiempo, dirigiéndonos a Él.»
Para ello, pide que «el martes 17 de octubre todos hagan un día de ayuno y abstinencia, y de oración (…) que deben organizarse con la adoración eucarística y con el rosario a la Santísima Virgen.
Mensaje del p. John Connor, L.C., a los legionarios de Cristo
Queridos padres y hermanos:
Todos hemos seguido con dolor y preocupación los dramáticos eventos vividos en Tierra Santa. Los padres y las consagradas que permanecen allí, atendiendo las obras y los trabajadores que las cuidan, están bien, desarrollando su misión en medio de limitaciones y con un espíritu admirables.
Además de agradecerles a ellos lo que han hecho y hacen por hacer presente a Cristo y a su Iglesia en esa amada tierra, atravesada de tantos conflictos, les pido a todos unirse en oración por la paz. Nos ayudará para ello sumarnos a la iniciativa propuesta por el Patriarca de Jerusalén.
Que en todas nuestras comunidades, además del espíritu de ayuno y abstinencia, separemos un tiempo real para suplicar al Señor el don de la paz para el mundo entero y, en especial, para la tierra que le vio nacer, crecer, morir y resucitar.
¡Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la solución de este conflicto en la Tierra Santa!