El P. Francisco Mateos, L.C., originario de Salamanca, España, celebró el 24 de diciembre sus 50 años de vida sacerdotal. Nació en 1945 en el seno de una familia sencilla, y su infancia transcurrió en un ambiente juguetón. Su familia, aunque católica, no practicaba regularmente la religión. Su padre cayó enfermo cuando el P. Mateos tenía 8 años y, gracias al testimonio de las monjas que lo atendieron, pidió recibir los sacramentos. Su mamá era una mujer de fe, ciertamente, y poco a poco fue acercándose a Dios y los últimos 30 o 40 años era ya de misa casi diaria.La vida del Padre Mateos dio un giro significativo a los 11 años, cuando tras una charla de un sacerdote legionario en su colegio, escuchó por vez primera la invitación al sacerdocio. Y él se dijo: “Y yo ¿por qué no?” A partir de ese momento – dice el padre – nunca ha dudado del llamado divino sino que ha sido un ahondar cada vez más y más en el amor y la misericordia que entraña la llamada al sacerdocio en el seno de la Legión.
La Oficina de Comunicación del Territorio del Norte de México aprovechó la ocasión para entrevistar al padre Francisco sobre varios aspectos de su vida, especialmente aquellos relacionados con la misericordia divina y el don del sacerdocio.