«En medio de tiempos oscuros también se puede hacer el bien» – P. George Elsbett, LC y la ayuda a Ucrania
El P. George Elsbett, LC realiza su labor apostólica en el Centro Juan Pablo II que se localiza en Viena, Austria.
El Centro tiene como misión impulsar la vida de todos los católicos que se aproximen allí mediante apostolados de evangelización, acción social y formación.
A raíz de este tiempo oscuro y del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el Centro Juan Pablo II se ha estado organizando para ayudar, asociándose con la parroquia San Nepomuceno en Susiec, apoyando específicamente en cuatro áreas:
- Ofrecer alojamiento acogiendo a refugiados ucranianos, de manera especial pero no exclusiva, a las mamás con sus hijos.
- Con donaciones en especie que se envían a comunidades de Ucrania, teniendo en cuenta que muchos enseres básicos están escaseando a causa de la guerra.
- Donación financiera a través de la parroquia San Nepomuceno.
- Oración personal y comunitaria por la misión y, sobre todo, por las personas en Ucrania.
Si desean saber más sobre la iniciativa de ayuda, y las cuatro áreas de apoyo, sigan este enlace: https://zentrum-johannes-paul-ii.at/icare-ukraine/
El P. George Elsbett, LC, nos compartió su experiencia inicial sobre la búsqueda de un lugar para acoger a los refugiados que están huyendo del conflicto bélico:
«Para mí esto fue algo muy grande pues me demostró cómo Dios se hace presente en este tiempo tan oscuro para la vida de muchas personas. Aquí en Viena, en el Centro Juan Pablo II acabamos de hacer una alianza con la parroquia, en la frontera polaca y ucraniana, para ayudar en las cuatro áreas. Hablamos con el párroco para presentarle el proyecto y de cuándo podríamos empezar. Y él nos dijo: “Pues, si quieren, ahora mismo. Aquí tengo cuatro mamás, una está embarazada y las otras tres tienen niños pequeños y no sé qué hacer…”. En media hora, encontramos un lugar. Para mí esto fue un milagro. Sé muy bien que no siempre será así, que no encontraremos lugares tan de inmediato para acoger a los refugiados. Quizá a muchos de ustedes que están lejos esto no les afecta bastante, pero a nosotros que estamos aquí sí nos está afectando mucho. Este no es un momento para quedarse de brazos cruzados. Hoy es el momento de mostrarle al mundo que tenemos un Dios que es amor y que no acepta el odio ni la guerra ni la revancha. Ahora es el momento de mostrarlo».