Al finalizar la audiencia general del miércoles 11 de mayo de 2022, el Papa Francisco dirigió un saludo a los nuevos sacerdotes legionarios de Cristo: “Dirijo una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. Saludo […] a los nuevos sacerdotes de los legionarios de Cristo con sus familiares […]”.
El Santo Padre en su catequesis sobre el sentido y el valor de la vejez, presentó la figura de Judit, una heroína bíblica que, “de joven se había ganado la estima de la comunidad con su valentía. De anciana, la mereció por la ternura con la que enriqueció la libertad y los afectos, una anciana apasionada que llena de dones el tiempo que Dios le dona”.
Hacia el final de la audiencia general, los sacerdotes legionarios de Cristo recién ordenados fueron a saludar al Santo Padre. Fue un momento sencillo y familiar, en el que los nuevos sacerdotes le expresaron su fidelidad y cariño al Papa Francisco, y le pidieron su oración por la misión que tienen encomendada.
El 7 de mayo, se ordenó un grupo de 28 legionarios de Cristo en la Basílica de San Pablo Extramuros, en una ceremonia presidida por el Card. Giuseppe Bertello. Los nuevos sacerdotes proceden de: Argentina, Alemania, Brasil, Chile, Colombia, Corea del Sur, Italia, Francia, Estados Unidos y México. Pueden ver un artículo sobre las ordenaciones y un video resumen en este enlace.
Una de las notas características del espíritu de la Congregación de los Legionarios de Cristo es el amor al Papa. En sus Constituciones, en el número 14, dice:
Siendo la Iglesia el Cuerpo místico de Cristo y presencia de su Reino en el mundo, la Legión de Cristo solo tiene razón de ser en la Iglesia, para la Iglesia y a partir de la misión sobrenatural y humana de la Iglesia. Por tanto, los legionarios:
1.º ámenla apasionadamente; siéntanse solidarios con sus penas y alegrías; dense a ella con espíritu de servicio y vivan hondamente la conciencia de su misión dentro de ella;
2.º adhiéranse con amor filial al Romano Pontífice, estudien y divulguen sus enseñanzas, lleven a la práctica no solo sus mandatos, sino también sus orientaciones, promuevan sus iniciativas y defiendan con valor el carisma de su primado y Magisterio;
3.º respeten con espíritu de fe a los obispos como a sucesores de los Apóstoles, colaboren con ellos y vivan en comunión fraterna con el presbiterio.