¿Cómo ha sido para ustedes como matrimonio y familia tener dos vocaciones en la familia?
El 7 de mayo se ordenó sacerdote de los Legionarios de Cristo el mayor de sus seis hijos, José Pablo Poblete y el 28 de julio será ordenado diácono el segundo de ellos, Andrés, quien se encuentra en la etapa final de su proceso de formación sacerdotal.
María Luis Madrid lleva 34 años de matrimonio junto a José Pablo Poblete con quien ha conformado una familia de seis hijos, de los cuales los dos mayores han decidido llevar una vida sacerdotal como Legionarios de Cristo. En ambos ha influido su testimonio de fe, pues la han visto participar en el Regnum Christi desde pequeños ya que desde el año 81 participa en un equipo con el que sigue hasta el día de hoy.
¿Qué ha significado el Regnum Christi en tu vida?
Ha sido muy importante ya que ha sido el camino que me ha llevado a conocer a Cristo.
Este camino lo he recorrido junto a muchas otras mujeres con las cuales, durante todos estos años, gracias al trabajo de consagradas y padres Legionarios, nos hemos ido formando. Hemos aprendido a conocer a Cristo a través de retiros, charlas de formación, Misas, triduos, cursos, apostolados, encuentros semanales y actividades de integración, entre otras.
¿Pensaste en algún momento que uno de tus hijos iba a ser sacerdote?
Sí, alguna vez lo pensé al ver que mis hijos estaban cerca de Dios. Los veía que tenían vida espiritual y que estaban interesados en aprender más de la fe, les motivaba ir a misiones y dar a conocer a Dios a los demás. Veía que tenían vocación de servicio.
¿Cómo ha sido para ustedes como matrimonio y familia tener dos vocaciones en la familia?
Ha sido una experiencia muy especial y de mucha alegría el haber podido acompañar a José Pablo y a Andrés en sus caminos hacia el sacerdocio a través de los años en las cuales Dios ha estado muy presente en cada etapa.
José Pablo y Andrés han sido un gran ejemplo para nosotros a ya que desde han escuchado la invitación de Cristo y le han respondido muy generosamente con un SI a su llamado a seguirlo. Ellos se atrevieron a dejar todo: partir al noviciado y ser fieles a Cristo en su camino durante todos estos años. Nos han hecho acercarnos como familia más a Dios.
En estos viajes ha sido muy bonito conocer más a la Congregación de los Legionarios de Cristo y al Regnum Christi, al haber podido visitar las distintas comunidades en varios países y algunas apostólicas, noviciados, casas de formación, universidades y obras de apostolados.
Hemos tenido la oportunidad, en todos estos lugares de conocer a apostólicos, candidatos, hermanos, diáconos, padres Legionarios, consagradas, consagrados, colaboradores, miembros del Regnum Christi y gente que trabaja en estos lugares. Todos ellos son personas muy valiosas, que rezan y trabajan mucho, cada día, para dar a conocer a Cristo a los demás.
¿Ha sido muy difícil tener a tus hijos lejos? ¿Cada cuánto tiempo los ves?
Creo que para toda mamá es difícil que sus hijos estén lejos porque uno siempre quiere saber y estar con ellos. Pero el hecho de ver a mis hijos Pablo y Andrés felices, muy cerca de Dios, tan plenos en sus vidas y en lo que están haciendo, me ha ayudado mucho, para que sea más fácil no estar con ellos.
Gracias a Dios los hemos podido ver una vez al año, a veces han venido a Chile y otras hemos viajado a verlos a los países en los que están.
Lo que ha ayudado mucho, para no sentir tanto lo distancia, son los medios de comunicación ya que podemos hablar con ellos y verlos a pesar de que estén lejos.
¿Cómo viviste el proceso de discernimiento de cada uno de tus hijos?
Fueron momentos emocionantes, de mucha oración, de conversar harto con cada uno de ellos, de cercanía con Dios, de escucharlos atentamente todo lo que me querían decir y después de apoyarlos en sus decisiones.
¿Qué le dirías a otras mamás cuyos hijos se están planteando esta opción?
Les diría que estén muy cerca de sus hijos: conversen con ellos, escuchen lo que les quieren decir, recen por ellos y con ellos para que Dios los ilumine en sus decisiones y después que los apoyen.
Es importante darse cuenta de que las vocaciones sacerdotales salen de familias católicas y hay que plantearse esta posibilidad en la propia familia.
Hace poco fue la ordenación sacerdotal de José Pablo en Roma ¿Cómo viviste esa ceremonia?
El sábado 7 de mayo le di muchas gracias a Dios por el hecho de que mi marido, mis hijos y yo estuviéramos vivos, sanos y que hayamos podido viajar todos a Roma a acompañar a nuestro hijo Pablo en el gran día de su ordenación sacerdotal, después de más de catorce años de preparación.
Viví la ceremonia con profundidad, alegría, confianza, admiración, mucha emoción y gratitud hacia tanta gente que ayudó en la formación de mi hijo Pablo y a todos los que han rezado por él. Fue un momento espiritual muy especial, de mucha oración, difícil de describir en palabras.
Fue impresionante ver a todos esos jóvenes entregando sus vidas a Cristo para ser sacerdotes. Durante las ordenaciones se sentía la presencia de Cristo y la alegría en el cielo por la generosidad de cada uno de esos hombres.
Ahora viene la ordenación diaconal de Andrés en Chile ¿Cómo viven tus otros hijos las ordenaciones de sus hermanos?
Si Dios quiere a fines de julio va a ser la ordenación diaconal de Andrés. Este año está lleno de momentos emocionantes, será un año de mucha oración y de darle gracias a Dios.
Bajo tu propia experiencia ¿Qué rol les cabe a los padres en la formación espiritual y luego en despertar una vocación religiosa en sus hijos?
La mamá y el papá tienen un rol muy importante ya que son ellos los principales responsables de transmitir la fe. Son los primeros que día a día les enseñan a rezar a sus hijos y los que les dan a conocer a Dios a través de la oración, ir a Misa en familia, darles un buen ejemplo, enseñarles sobre la religión, etc.
Pienso que Dios sigue diariamente invitando a muchos jóvenes para que lo sigan, a lo mejor si ellos sintieran el apoyo de sus padres para elegir ese camino, algunos se animarían a ser generosos y darle su SI a Cristo.
Testimonio de la hermana de un sacerdote
Frente a la pregunta ¿Cómo viven los otros hijos la vocación sacerdotal de un hermano? Malú Poblete es quien nos responde: “Las vivo con mucha admiración hacia ellos. Viendo que hoy el mundo te hace tantas invitaciones para ir hacia otro lado. Me impresiona ver que van contra corriente, con la mirada y la confianza puesta en Dios”.
Malú (29) es la tercera de los seis hijos del matrimonio Poblete Madrid. “Me da mucha tranquilidad su paso a la ordenación, viendo para atrás el arduo y libre camino que han recorrido. Estoy segurísima de que llegan muy bien preparados para luego salir a anunciar todo lo aprendido. Me encanta ver que siguen siendo mis hermanos de siempre, que a pesar de la distancia sigue la confianza, ternura y cercanía”, concluye.