El Cardenal Luis Antonio Gokim Tagle envío un mensaje claro a los neo sacerdotes legionarios: amistad y encuentro. La ceremonia estuvo marcada por la emoción, la alegría y un teléfono móvil. Crónica.
El pasado 27 de abril de 2024 es una fecha que quedará en el recuerdo de los 20 nuevos sacerdotes legionarios y los más de 1.500 asistentes a las ordenaciones que se realizaron en la Basílica de San Pablo Extramuros, una imponente estructura, que es una de las cuatro basílicas papales de Roma (las otras tres basílicas mayores son San Pedro, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor.). Como las otras tres, se caracteriza por tener una puerta santa y un altar papal.
En un día primaveral de Roma, marcado por un cielo azul, puntual, a las 10 am, inició la ceremonia que ordenaría como sacerdotes a 20 legionarios de Cristio provenientes de Alemania, Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Sur, España, Estados Unidos, México y Venezuela. Este día, Abraham Eo, Christopher Daniels, Cristian Ortega, Juan Pablo Castañeda, Gustavo Godínez, Christian Martínez, Jesús Silva, Darren Wallace, Kevin O´Byrne, Santiago Vázquez, Alexandre Simoes, Gustavo Balestrim, Eduardo Perdomo, Alejandro Mora, Diego Paéz, Jefferson de Souza, Andrew Torrey, Jesús Mora, Sebastian Sánchez y Rafael Böhm, cerraron más de 12 años de formación y estudio para iniciar una nueva etapa de apostolado, evangelización y servicio.
La ceremonia transcurrió con normalidad: familias felices, ojos llorosos, sonrisas por doquier, fotos aquí y allá, selfies por miles, turitas y curiosos a lado y lado de la zona de invitados, observando una ceremonia especial. Atrás, el coro de la Legión daba muestra de su capacidad musical, a la par que los actos de la celebración se iban desarrollando.
Llegado el momento de la homilia, el Cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, Pro-prefecto de la Sección para la primera evangelización y las nuevas iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, se alistó para leer las palabras que había preparado, pero ¡oh sorpresa!: no estaba la copia impresa de sus palabras. Buscó a lado y lado, miró a su alrededor, mientras los más de 1.500 asistentes guardaban silencio, expectantes que lo que sucedía y cómo se resolvería.
Haciendo gala de su fama de ser un hombre tranquilo y pausado, el cardenal Gokim Tagle buscó en los bolsillos de su ropa, sacó su teléfono móvil y abrió el archivo en donde estaba la homilia, sin antes dejar claro que lo importante era lo que iba a decir, en medio de una sonrisa cómplice por la situación vivida. Todos los asistentes ríeron, sorprendidos del calmado manejo que un cardenal le había dado a la situación.
Con total calma, el cardenal Gokim Tagle ofreció la homilia con la ayuda de un teléfono móvil al no encontrar la versión impresa.
En su homilia, agradeció a las familias de los neo sacerdotes, así como a sus formadores, profesores, seminaristas y personal de los legionarios por llegar hasta este momento. Además, invitó a los nuevos sacerdotes a ser amigos de Jesús: “Él llama amigo a todos sus discípulos y, de modo particular, a los sacerdotes. (…) Estemos deseosos de escuchar sus palabras. No tengamos miedo de abrirle nuestro corazón. Así es como se es amigo de Jesús”. Finalmente, recordó la importancia de “permanecer como hermanos compasivos de los demás”, invitando a ser presencia consoladora porque «solo así su ministerio sacerdotal de palabra, sacramento y pastoreo edificará la familia de Dios en comunión y misión común”.
En su homilia, el cardenal Gokim Tagle resaltó la importancia para los nuevos sacerdotes, como a todos los creyentes, de ser amigos de Jesús y salir al encuentro de quienes más necesitan del Evangelio.
Al final, después de toda la ceremonia y los rituales (Presentación y elección del ordenado, alocución del obispo, interrogatorio del ordenando, letanías de los Santos, unción con el santo crisma, entrega de los Evangelios y entrega de patena y cáliz), todos los asistentes recibieron la bendición de la paz, momento en el que los nuevos sacerdotes se unieron para una foto grupal. Allí, en ese momento, estalló un sonoro aplauso de los asistentes, quienes entre vivas y bravos expresaban su emoción por el momento vivido.
Momento en que los asistentes dan gracias a Dios y aplauden emocionados por estos nuevos legionarios servidores de la Iglesia.
Finalmente, llegó la foto grupal para el recuerdo de esa maravillosa mañana de abril del 2024.
Y por supuesto, los abrazos y bendiciones de cada nuevo sacerdote a sus familiares y allegados, así como a otros legionarios de Cristo y miembros del Regnum Christi.
Ser amigos de Jesús y salir al encuentro de todos aquellos que necesiten del Evangelio. Que nunca se olviden esta misión y que nuestras oraciones sirvan de apoyo y fuerza para que su vida sacerdotal sea fructífera en amor, caridad y apostolado.