El Papa Francisco, en su intención de oración para febrero, enfatiza la relevancia de las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, compartiendo su propia experiencia de llamado a esta vida a una edad temprana.
«Cuando tenía 17 años, era estudiante y trabajaba, tenía mis proyectos. No pensaba para nada en ser sacerdote. Pero un día entré en la parroquia… ¡y allí estaba Dios, esperándome!» «Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy, en ocasiones de maneras que no imaginamos» afirma el Papa.
Su mensaje resalta la importancia de acompañar a los jóvenes en su búsqueda vocacional, generando un espacio donde se sientan escuchados y apoyados. Alienta a todos a orar por aquellos jóvenes que sienten el deseo de servir en la misión de Cristo, promoviendo una cultura de discernimiento y apoyo en las comunidades. Esta iniciativa no solo busca fomentar vocaciones, sino también fortalecer la comprensión y el acompañamiento en el proceso de discernimiento.