Artículo publicado por la Oficina de Comunicaciones de México y Centroamérica sobre el padre Javier Caballero, L.C., y su nueva responsabilidad en el apostolado Familia Unida Internacional y en la pastoral de adultos y matrimonios.
El Padre Javier Caballero, L.C., se incorpora al territorio Norte de México con una nueva encomienda: impulsar el apostolado con matrimonios y familias.
Con una trayectoria de casi 20 años de sacerdocio que celebrará, Dios mediante, en diciembre de este año, el P. Javier Caballero, L.C., inicia una nueva etapa de su misión pastoral en el territorio Norte de México. Tras su servicio en el territorio de Chile y Argentina, llega ahora con la encomienda de colaborar en Familia Unida Internacional y en la pastoral de adultos y matrimonios, áreas que considera fundamentales en el camino de renovación y crecimiento del Regnum Christi.
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Esta nueva etapa se construye sobre una base firme, gracias a la labor generosa y comprometida de Diana Villarreal, quien durante seis años estuvo al frente de esta misión. Su entrega, visión y liderazgo dejan una huella profunda en muchas familias y colaboradores. Con gratitud, se reconoce su incansable servicio que permitió consolidar este apostolado como un verdadero referente para la Iglesia y la sociedad.
“El apostolado tiene muchos desafíos, pero también muchas oportunidades”, afirma el padre Javier.
Familia Unida, que ya se ha consolidado como un referente en el ámbito del acompañamiento familiar y matrimonial —especialmente en México y cada vez más en otros países de habla hispana e inglesa—, enfrenta ahora el reto de ampliar su alcance y seguir siendo luz para muchas más familias dentro y fuera del Regnum Christi.
Uno de los ejes de este crecimiento es la articulación de dos grandes áreas de acción: la formación preventiva a través de programas e itinerarios formativos, y la sanación y acompañamiento por medio de centros de consultoría familiar.
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“Queremos ofrecer espacios seguros, saludables, donde las personas se sientan protegidas. Lugares donde se respete su dignidad como ser humano, como católico, como bautizado”, explica.
En medio de un contexto social polarizado, tanto en México como en el extranjero, el P. Javier ve en este apostolado una oportunidad concreta de construir puentes: “Acompañar a las familias desde el noviazgo hasta la adultez mayor nos permite generar una verdadera cultura del amor, de la reconciliación, de la solidaridad, de la unidad. El mensaje de Cristo es un mensaje de Amor con mayúscula, y es desde ahí donde queremos responder”.
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