Inicio a la segunda fase del proceso de reflexión de los miembros de primero y segundo grado del Regnum Christi.

¡Venga tu Reino!·

Prot. DG-RC 0161-2015

Clas. II.1.2

Circular

20 de abril de 2015

 

A los miembros del Movimiento Regnum Christi

Muy queridos amigos en Jesucristo:

 Todavía resuena en nuestros corazones el mensaje del domingo de Pascua que nos anuncia que el Señor ha resucitado, que ha vencido el mal y la muerte y que nos acompaña a lo largo de la historia en nuestro camino al cielo. Es en este contexto de la esperanza que brota de la tumba vacía que quiero enmarcar esta carta, con la que damos inicio a la segunda fase del proceso de reflexión sobre la identidad y misión de los miembros de primero y segundo grado del Regnum Christi. Esta reflexión es una parte muy importante del recorrido que estamos realizando para elaborar unos estatutos actualizados del Movimiento, que serán presentados para la aprobación de la Santa Sede.

Desde el pasado 2 de octubre los miembros del Movimiento han estado familiarizándose con el Magisterio de la Iglesia sobre la misión de los laicos y de los movimientos. Con estos conocimientos, se han estado disponiendo para participar de manera consciente y responsable en el proceso de renovación que hemos emprendido juntos como Movimiento.

Durante la segunda fase nos corresponde afrontar temas que tienen que ver más directamente con la identidad, misión y espiritualidad de los miembros de primero y segundo grado del Regnum Christi. Además profundizaremos a la luz de la experiencia de nuestra historia y de la de cada uno, de los Estatutos aprobados en 2004 y de otros documentos eclesiales y del Movimiento, en la propuesta formativa, la adhesión al Movimiento, las tradiciones y la organización del Regnum Christi. Para ello se ha preparado un documento de trabajo, que consiste principalmente en un borrador de números estatutarios y unos subsidios que pueden encontrar en el sitio de internet de la Comisión para la revisión de los Estatutos.

Se trata de un camino de discernimiento personal y en pequeños grupos que debemos recorrer juntos, escuchando la voz del Espíritu Santo para agradecer todo el bien que el Señor ha hecho en nuestras vidas y en las de tantas personas, y también para identificar los elementos y principios fundamentales de la vida del Movimiento que deben quedar expresados en el estatuto aprobado por la Santa Sede. Al mismo tiempo, considero que esta reflexión es una oportunidad para preguntarnos cómo mejorar en la vivencia del servicio que como Movimiento queremos ofrecer a la Iglesia, a la sociedad y a los miembros. La oración en común, la escucha atenta a la Palabra de Dios y a los hermanos y el consejo de personas con experiencia del Movimiento podrán iluminarnos en este camino que debemos recorrer.

Durante esta fase los miembros incorporados de primero y segundo grado elegirán a los delegados que participarán en una convención territorial que tendrá lugar a inicios de 2016. En el sitio web de la Comisión para la revisión de los Estatutos encontrarán el procedimiento general para registrarse, de manera que puedan participar en el proceso de elección. Las comisiones territoriales les darán indicaciones más precisas sobre el modo de proceder en cada territorio o país.

Los remito a mi carta del 2 de octubre de 2014 que explica brevemente la finalidad y alcance de las convenciones territoriales y de la convención internacional, con las que concluirá esta etapa del proceso.

Estamos convencidos de que la fecundidad de la propuesta que hagamos al final de esta etapa será mayor si los miembros participan de manera informada y responsable, aportando lo que el Señor ha hecho y hace en sus vidas y las de sus familias. Invito también a los legionarios y a los miembros consagrados a acompañar a los miembros de primero y segundo grado en su reflexión, pues su experiencia del Movimiento es una riqueza que debe contribuir a que el Regnum Christi refleje mejor el Evangelio y el plan de Dios para este momento de la historia y los años por venir. Seamos conscientes de que somos administradores de unos talentos que el Señor ha querido confiarnos y que Él desea que los hagamos producir para el bien de la Iglesia y para entregarlo fielmente a las futuras generaciones de miembros del Regnum Christi.

Pido al Señor Resucitado que nos conceda experimentar en esta nueva fase del proceso su presencia viva entre nosotros como la experimentaron los primeros apóstoles y discípulos. Que el Espíritu Santo nos ayude a todos, legionarios, laicos consagrados, consagradas y miembros de primero y segundo grado, a agradecer a Dios el don que nos ha dado para bien de la Iglesia y nos encienda con el fuego de su amor que Jesús deseaba que estuviera ya ardiendo en todo el mundo.

Con un recuerdo en la Eucaristía,

P. Eduardo Robles-Gil, L.C.
Director general del Regnum Christi y
Presidente de la Comisión central
para la revisión de los Estatutos del Regnum Christi