Del 10 al 12 de julio el Centro Reparare organizó un curso para los formadores de los centros vocacionales de la Legión de Cristo en el centro de retiros de Santa María de Chipinque. Participó un grupo de 40 sacerdotes y religiosos que trabajan en los centros vocacionales de México, Estados Unidos, Brasil, Alemania y España.
Durante este encuentro estuvo presente el P. Gerardo Flores, LC, responsable de la sección de centros vocacionales del área de formación inicial. El curso forma parte de un primer módulo de un diplomado diseñado por la facultad de psicología de la Universidad Anáhuac México para los formadores de los centros vocacionales.
El curso, que tuvo como lema «Encuentro con la propia persona: hacia un paradigma más integrador», fue impartido por Rosa Zapién, consagrada del Regnum Christi y directora del Centro Reparare, y la Mtra. Erika Juárez, profesora de la Universidad Anáhuac Cancún y coordinadora del área Académica de Reparare.
Durante el curso se tomaron las herramientas de la psicología sistémica y de la psicología integrativa personalista para comprender e iluminar los procesos de formación personales e institucionales.
«En un primer momento creía que iba a ser algo más formal. Fue realmente una sorpresa el toparme con que la dinámica era muy distinta, que iba enfocada principalmente al conocimiento de nosotros mismos, y luego a nuestras relaciones con los demás desde una perspectiva personalista, un trato directo con la persona, donde la persona está efectivamente en el centro. Considero que para nosotros como formadores de los centros vocacionales esto nos permite cambiar paradigmas, también de aproximación a las personas que Dios nos ha puesto delante», comentó Mario Sandoval Quezada, LC, religioso que trabaja actualmente en el centro vocacional del Ajusco.
El P. Miguel Subirachs, LC, comentó: «El taller me invitó a tener una actitud para generar encuentros y buscar ser un auténtico artesano en la formación de los muchachos». Por su parte, el P. Ramón Loyola, LC, que trabaja en el centro vocacional de España, dijo: «Lo que más me gustó fue el hecho de que se nos ha invitado y capacitado para que las relaciones interpersonales que tengamos como formadores, y con todas las personas con las que trabajamos en el apostolado, sean de un impacto mayor, donde conoces a la persona, sus sentimientos, su mundo afectivo, y la interacción busca ser más profunda».