Mons. Rogelio Cabrera: «Como diáconos manifiesten la belleza de Cristo al mundo»
Monterrey, N.L., 2 julio de 2016. El sábado 2 de julio tres legionarios de Cristo recibieron el orden del diaconado por la imposición de las manos del Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera, en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima en San Pedro Garza García. Los nuevos diáconos son Alejandro Páez Garza y Juan Pablo Nájera García, ambos de Monterrey; y Esteban Castellanos Bay, originario de Hermosillo.
Al inicio de la celebración el Director territorial de Monterrey, P. Emilio Díaz-Torre, L.C. agradeció al arzobispo por el don que hacía a la Iglesia al ordenar diáconos a estos tres legionarios. Manifestó también su gratitud hacia los familiares de los ordenandos por el apoyo que han brindado a sus hijos a lo largo de los años y que hoy les permite subir al altar para configurarse con Cristo que no ha venido a ser servido sino a servir a sus hermanos y dar su vida en rescate por muchos. Pidió también ala Madre de Dios que los ayude a crecer en su amor a Dios y a las almas que se les encomendarán como pastores del pueblo de Dios y colaboradores de los presbíteros y de los obispos.
Mons. Rogelio Cabrera, recordó a los jóvenes ordenados en su homilía que con la imposición de manos serán configurados con Cristo y que, por lo tanto, se hacen servidores del pueblo de Dios, protectores de los pobres y de los enfermos. Los diáconos, afirmó, están llamados a cuidar y velar a los que más sufren. Les pidió ser infatigables, constantes y bondadosos en su servicio. «Hoy la Iglesia necesita transmitir a Cristo, la gente quiere ver a Cristo. Manifiesten la belleza de Cristo al mundo y Él les dará el ciento por uno a ustedes y sus familias», añadió Mons. Cabrera.
En la celebración estuvieron, además de los familiares y amigos, los novicios y humanistas de legionarios que estudian en Villa de Santiago, sacerdotes diocesanos y otros legionarios que ejercen su ministerio en Monterrey.
¿Quiénes son os nuevos diáconos?
Diác. Juan Pablo Nájera, L.C.
El H. Juan Pablo nació el 9 de diciembre de 1983 en Monterrey, Nuevo León. Terminando los estudios de preparatoria dio un año como colaborador en el 2002. Después, ingresó en el 2003 al noviciado de los Legionarios de Cristo en Cheshire (EUA) donde también cursó Humanidades. Estudió la licenciatura en filosofía y el bachillerato de teología en Roma. Realizó sus prácticas apostólicas en Saltillo en la pastoral vocacional. Iniciará su ministerio como auxiliar en la Administración Territorial de Monterrey.
Con respecto a su historia vocacional, Juan Pablo nos comparte que ha sido como el “Partido de su vida”: el “juego” funciona de la siguiente manera: Dios pone todo de su parte y a mí me pide que confíe. Mi acto de confianza es el punto que sólo yo puedo anotar. Suena muy fácil… no lo es. Cada día presenta nuevos retos para confiar en Dios. Teniendo en cuenta que el acto más importante de fe es el que nos toca hacer hoy, podemos llamar este juego, “el juego de la fe”. Dice la Lumen Fidei, «La fe consiste en la disponibilidad para dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios» (LF 13).
Diác. Alejandro Páez Garza, L.C.
El H. Alejandro nació en Monterrey, N.L., el 18 de febrero de 1985. Fue alumno del Instituto Irlandés de Monterrey. En 1997 ingresó a la escuela Apostólica de Monterrey pero al finalizar el curso introductorio de verano fue enviado a Immaculate Conception Apostolic School en New Hampshire, USA. En 2002 se trasladó a Bad Münstereifel, Alemania, en donde vivió dos años de noviciado y emitió sus primeros votos religiosos. En seguida cursó un año de estudios humanísticos en Salamanca, España. Estudió de bachillerato en filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma. Trabajó cuatro años en la École Apostolique de l’Immaculée Conception, en Fracia como formador y prefecto de estudios. En agosto de 2010 emitió sus votos perpetuos. Desde 2011 colabora en la Prefectura General de Estudios y completó la licencia en filosofía y el bachillerato en teología.
“Podría decir que yo nací en el Regnum Christi. Mis papás han sido miembros del Movimiento desde que tengo memoria y los Padres y las Consagradas siempre han ido y venido a nuestra casa como miembros de la familia… No puedo decir que siempre he querido – ser sacerdote -, porque como en todas las cosas hay momentos bonitos y momentos no tan bonitos. Pero no puedo negar que siempre lo he sabido. Aquí es donde Dios me quiere. Que el que ha comenzado la obra la lleve a buen término.”
Diác. Esteban Castellanos Bay, L.C.
Nació en Hermosillo, Sonora, el 14 de diciembre de 1984, estudió en el Instituto Irlandés de Hermosillo. Se incoporó en 1º de preparatoria al Regnum Christi y dos años de su vida fue colaborador en Léon, Gto. En 2005 ingresó al Noiviciado de los legionarios de Cristo en Monterrey. Cursó Humanidades en Salamanca, España y el 10 de agosto emitió sus votos perpetuos, regresando a Roma para realizar sus estudios en Teología.
Sobre su vocación nos dice: “La inquietud de que probablemente Dios me estaba llamando a ser sacerdote, la tuve desde pequeño pero la ignoré por mucho tiempo. Por más que pasaba el tiempo nunca se me quitaba esta inquietud. A veces pensaba en los testimonios de varios sacerdotes donde decían que antes de consagrarse a Dios tenían todo en sus vidas pero sentían un gran vacío y decidieron dejarlo todo para ser sacerdotes. Yo no me identificaba con ellos, ni sentía ese “vacío”. Disfrutaba de la vida y a la vez era feliz.
Quise olvidar esto de la vocación a ser legionario alejándome del Regnum Christi, dejándome llevar más por el ambiente del mundo, las fiestas… Pero cuando veía gente muy querida alejada de Dios se despertaba en mí el deseo de ayudarles a encontrar esa felicidad que buscaban en otros lados pero que sólo está en Dios.”