Nicolás Brown nos comparte su experiencia vocacional

«El Regnum Christi es el lugar donde aprendí a conocer a Jesús y a darme a los demás»

Nicolás Brown es el único hijo hombre del matrimonio conformado por Ronald Bown y María Angélica Domínguez, que tiene a otras cuatro hijas. Titulado como Ingeniero Comercial decidió vivir su vocación religiosa como Laico Consagrado del Regnum Christi en 2007. Actualmente se está formando como seminarista de los Legionarios de Cristo en Roma. Está terminando su primer año de teología, y le quedan aún otros dos más. “Acá estoy caminando hacia el sacerdocio”, comenta.

¿Cuándo te planteaste el tener una vocación de vida consagrada?

Durante la enseñanza media estuve muy metido trabajando en el ECYD. Fue ahí que sentí el llamado de Dios a darle mi vida. Saliendo del colegio, en febrero de 2006 me fui a vivir a la comunidad con los padres y consagrados.En diciembre de 2007 me consagré y me fui a México a comenzar mi año de formación. La verdad es que el P. Álvaro Corcuera LC me invitó a la vida consagrada. Fui, hice la experiencia y me enamoré de esa vocación.

¿Cómo conociste el Regnum Christi?

Lo conocí a través del Colegio Cumbres. Primero participé en el ECYD donde fui responsable, luego fui colaborador y me incorporé el año 2004 al Regnum Christi durante un Encuentro de Juventud y Familia.

¿Qué rol jugaron en eso tus papás y familia?

Mi familia jugó un rol muy importante. En mi casa, siempre se vivió la fe de manera muy natural. Íbamos a misa en familia los domingos, rezábamos el mes de María, etc. Mi mamá fue hermana Mariana de Schöenstatt y mi papá era converso del anglicanismo. Siempre los dos fueron un gran ejemplo para mí en la fe.

¿Qué te hizo cambiar de idea y ser sacerdote?

La verdad es que yo no cambié de «idea». Fue Dios quien me salió al encuentro y me lo pidió. Es Dios quien invita y es el hombre quien responde. Yo le respondí y acá estoy caminando hacia el sacerdocio.

¿Puedes explicar, qué diferencias hay entre estas dos vocaciones?

Las dos vocaciones tienen en común la misma esencia: son un llamado de Dios a dar la vida por Él. El laico consagrado está llamado a dar testimonio en el mundo viviendo las realidades temporales según el Evangelio. En cambio, el religioso-sacerdote está llamado a ser un signo visible de las realidades futuras. Cuando alguien ve en la calle a un sacerdote, simplemente al verle recuerda a Dios por el distintivo que lleva. Las dos vocaciones son importantes y esenciales en la Iglesia.

¿Qué ha significado para ti el Regnum Christi?

El Regnum Christi para mí es un regalo. Es el lugar donde aprendí a conocer a Jesús y a darme a los demás. Le debo mi vida y vocación al Regnum Christi. Es un estilo de vivir la vida cristiana en la Iglesia, en comunidad.

¿Qué le dirías a un joven que está pensando en una vocación de vida consagrada?

Que sea generoso en «probar». Cuando un joven es generoso, Dios le muestra con claridad el camino. Dios es el que llama. Si está tocando la puerta hay que abrirle, ya que llena la vida de sentido.