El acrónimo ART sobresale en el escudo de la Congregación. Su primera representación conocida se remonta a 1945 y se encuentra sobre la portada de la revista Regnabit. Por otra parte, en aquella época ese era el emblema de la «Apostólica Misional del Sagrado Corazón de Jesús» y pronto se convirtió en el símbolo de la Congregación. Giulio Zamagni, experto de heráldica eclesiástica y autor del libro editado en 2003 de nombre Il valore del simbolo. Stemmi, simboli, insegne e imprese degli Ordini religiosi, delle Congregazioni e degli altri Istituti di perfezione, dice que: «el símbolo es un lenguaje universal que ofrece múltiples significados accesibles a todos, el símbolo es el lenguaje de lo sagrado que transforma realidades espirituales que de lo contrario sería imposible representar y comunicar».

La descripción y el simbolismo del escudo legionario aparecen en el libro de Giulio Zamagni de la siguiente manera: «El escudo de los Legionarios de Cristo presenta una gran cruz en un campo azul y en el centro de esta se encuentra el Sagrado Corazón de Jesús en rojo, rodeado de fuego, coronado de espinas y radiante.

En los tres brazos de la Cruz están las letras A, R, T, de color dorado. Es el acrónimo de Adveniat Regnum tuum! El Corazón coronado de espinas, ardiente de amor y que irradia su luz en toda dirección, simboliza el amor de Jesús por cada hombre. Es precisamente el amor cristiano, es decir, el amor que busca corresponder al amor de Cristo, lo que los Legionarios procuran vivir y llevar a cada persona a través de la creación de grupos cristianos convencidos de su propia fe. De esta manera, buscan la realización integral de la vocación cristiana en cualquier estado de vida. Las llamas de fuego que emergen del Corazón ardiente de Cristo simbolizan el ardor con que los Legionarios de Cristo se preparan para comunicar el fuego del amor a todo el mundo. Este es el deseo expresado en los brazos de la cruz: Adveniat Regnum tuum!, ¡venga tu Reino!».

La Legión de Cristo tiene también un himno propio llamado Himno legionario. Fue empleado oficialmente por primera vez en 1969 y fue realizado por iniciativa de los superiores y de los religiosos del centro de Salamanca con la colaboración de dos prestigiosos artistas españoles de la época: José María Pemán (1897-1981), poeta, humanista y catedrático de la Real Academia Española. Él escribió los versos originales. El otro artista fue Ernesto Halfter (1905-1989), maestro compositor, discípulo de Manuel de Falla (1876-1946), y a su vez famoso músico que compuso una partitura con vigorosos contrastes melódicos. La finalidad era expresar líricamente algunos de los puntos principales de la mística legionaria. He aquí los versos:

Legionarios, será en esta guerra, / que luchamos en pos del Amor. / El hombre, la tierra; el santo, la flor.
Estribillo: Legionarios de Cristo y de Roma, / la vida y la muerte, / por nuestra ilusión. II Capitán de otro mundo que asoma, / Cordero, león, / Rey amado, paloma. / Tu nombre también es: Legión.

Según el manual de Principios y normas de la Legión de Cristo, difundido en 1984 «El canto del himno legionario en comunidad, es un medio para cultivar el espíritu de cuerpo, para foguear el corazón en la lucha por el establecimiento del Reino de Cristo, y para expresar, unidos en una sola voz, la adhesión de toda la persona a los ideales que inspiran la vida del legionario». Usualmente se canta con ocasión de algunas fiestas legionarias al terminar el rosario solemne». No obstante los indudables méritos musicales y literarios del himno, el Capítulo de 2005 manifestó la posibilidad de explorar otras propuestas para su sustitución.