¡Súbete a La Barca! Un coworking católico para todos
Jóvenes, empresarios y emprendedores tienen un lugar perfecto para trabajar con misa incluida y formación espiritual.
La Barca es una iniciativa del Regnum Christi en Bogotá, un coworking ubicado al norte de la capital de Colombia, que ofrece un espacio único que además de ser el lugar de trabajo de profesionales y emprendedores, es lugar de actividades formativas y espirituales del Regnum Christi: Encuentros con Cristo, dirección espiritual, confesiones, misas, proyectos de apostolados, entre otras actividades.
Ese centro espiritual y laboral funciona desde junio del 2023, gracias a la búsqueda de un lugar que se ajustara a las necesidades de la localidad del Regnum Christi de Bogotá para poder desarrollar de la mejor forma sus actividades.
Para el P. César Pérez Luzardo, L.C., director de la sección de jóvenes de Bogotá y capellán del Para el P. César Pérez Luzardo, L.C., director de la sección de jóvenes de Bogotá y capellán del lugar: «La Barca es una comunidad que integra toda nuestra vida para ofrecer de una manera más tangible día a día el trabajo a Dios». Hemos entrevistado al padre César para conocer más sobre esta iniciativa apostólica.
¿Cómo nació la idea de un coworking del RC La Barca?
CP: Quisimos responder a la necesidad que muchos jóvenes tenían de unificar su vida en Dios. Así, junto a varios miembros del movimiento que trabajan de modo remoto, decidimos rentar un espacio de oficinas en la parte superior de la casa del RC para formar una comunidad que trabaja y reza juntos.¿Cuál es la finalidad de La Barca?
CP: Ofrecer un medio para santificar nuestra jornada y nuestro trabajo construyendo una comunidad alrededor de Dios que integre toda nuestra vida. Hemos entendido que nuestra vida no debe ser una dicotomía, ni dos caminos que van por separado, sino que podemos vivir y trabajar ofreciendo constantemente lo que hacemos a Dios, trabajando para Él y hacerlo todo por amor a Él y la extensión de su Reino.
¿Cómo se desarrolla una jornada laboral de La Barca? Desde que pensamos La Barca siempre hemos buscado que exista un verdadero equilibro trabajo/vida en la realidad de cada uno de los miembros. Por eso intentamos empezar a las 8:00 am con las oraciones de la mañana, luego al medio día el Ángelus, momentos de adoración durante el día. Cuando llevamos comida tratamos de ponernos de acuerdo en la hora para tener tiempo y compartir como comunidad, tenemos un lugar especial para que todo el que entre nos proponga intenciones para ofrecer nuestras horas de trabajo. A las 5:30 pm concluimos con la Eucaristía. Semanalmente desarrollamos temas derivados a la contemplación del Evangelio, como la sanación de las heridas del corazón, entre otros temas.
CP:¿Por qué el nombre de La Barca?
CP: En resumen, por Lc. 5, 1 -11. La gente se amontonaba para escuchar la Palabra de Dios y en medio de todo eso, Jesús decide voltear a ver las barcas de los pescadores que estaban limpiando las redes y se sube en una de ellas para enseñar a la multitud desde ahí. Para nosotros las barcas son nuestros propios trabajos, nuestra vida, nuestros proyectos o empresas y como en el Evangelio, creemos que cuando invitamos y le permitimos a Jesús subirse en ellas y nos enfocamos primero en lo importante (por ejemplo, la oración, así como Jesús se enfocó primero en enseñar desde ahí), podemos navegar «mar adentro» con Él, echar las redes (aún con incredulidad) y sacar miles de peces. Es decir, miles de frutos del trabajo que hacemos. Sentimos también en nuestro hoy la clara invitación de Jesús a Pedro a no tener miedo, a confiar en su Providencia y, sobre todo, a ser pescadores de hombres. Sentimos que a eso nos invita día a día, sea cual sea la labor que realizamos.
¿Qué frutos ha podido ver en los miembros de La Barca? CP: Muchísimos. Ofrecer de una manera más tangible día a día el trabajo a Dios. Creo que, al combinar nuestros trabajos con los sacramentos, nos estamos convirtiendo en una comunidad de jóvenes seguidores de Jesús que pone sus dones al servicio de todos los que estamos allí, y que se ayuda entre ellos para buscar la santidad. Encontrar un medio concreto para buscar ese balance sano y no perderme en horas de trabajo que no terminan, poder cerrar el día y terminarlo de la mejor forma, con la Eucaristía dando gracias a Dios por lo que ha hecho en mí y a través de mí en mi trabajo.
Tenemos Misa diaria y con ello el crecimiento de la gracia en los miembros del coworking. También se ha creado una hermosa cultura vocacional donde Dios está al centro. Tenemos matrimonios del Regnum Christi trabajando juntos y también jóvenes que hacen un camino de discernimiento vocacional en medio de su jornada laboral. La presencia del Santísimo, las oraciones entre actividades y un ambiente de comunidad se convierten en el contexto perfecto para crecer en la vida de unión con Dios que todos anhelamos. De la misma manera otros miembros de movimientos católicos han venido a este espacio. Ahora estamos orando para poder algún día conseguir los recursos necesarios para comprar este inmueble y prestar este servicio a más jóvenes.
Imágenes: La Barca – Catholic Coworking