El retiro es un momento de encuentro con Dios en la oración y el silencio a fin de experimentar y profundizar en su amor, dedicando el momento más oportuno según sus ocupaciones.
Por Graciela G. de Madero
Para sacar mayor provecho de los retiros que el Regnum Christi le ofrece mensualmente le sugerimos que:
- Programe el tiempo suficiente para hacerlo. Ordinariamente son dos meditaciones de 15-20 minutos cada una, o una sola entre 30 y 40 minutos.
- Dedique el momento más oportuno, según lo permitan sus ocupaciones.
- Elija un lugar apropiado donde pueda orar sin distracción alguna: una iglesia, su recámara o estudio, una casa de retiros… un sitio donde haya silencio y no le interrumpan.
- El objetivo es experimentar a Cristo y profundizar en tu amor por Él, por eso te ayuda mucho el participar en la Eucaristía antes o después del retiro.
Para sacar mayores frutos de su meditación, tome en cuenta los siguientes pasos:
- Póngase en presencia de Dios: con fe viva toma conciencia de que va a dialogar con Dios. Para ponerse en presencia de Dios es necesario una actitud de criatura, humilde y necesitada. Reconocer la necesidad de crecer en fe, la esperanza y el amor. Reconocer nuestra debilidad, por no dejar un lado las inquietudes, por no saber orar, por no saber qué tenemos que pedir y/o agradecer, cuáles son nuestras necesidades y las necesidades de los demás. Pedir perdón, agradecer, suplicar por la misericordia de Dios.
- Puede encomendarse a Dios pidiéndole que le dé a conocer qué quiere de usted.
- Lea el pasaje del Evangelio y escuche (o lea) las reflexiones tratando de hacerlas suyas. Piense en que Cristo le está llamando para algo muy grande: su salvación. Mientras avanza en la reflexión, puede poner el audio en pausa, para que pueda dialogar con Cristo, comparta con Él sus inquietudes, sus deseos, sus sufrimientos.
- Saque conclusiones para su vida. ¿En qué puede cambiar? ¿Cuál es la voluntad de Dios en su vida? ¿Cómo puede corresponder a su amor? Etc.
- Con mucha sinceridad conteste mentalmente las preguntas o puntos de reflexión que se incluyen.
- Propóngase un objetivo práctico: Dios le dará muchas luces para enriquecer su vida cristiana, que tendrán resonancia en la medida en que las encauce a un objetivo concreto, como puede ser el ejercicio de una virtud, el corregir un defecto, el tomar una decisión que Dios le pide y a usted le cuesta mucho, etc.
- Finalmente, despídase de Dios agradeciéndole este rato de oración.