«Llevar a los hombres lo más valioso que tienen: Jesucristo» – Ordenaciones diaconales en Altötting, Alemania

En la tarde del domingo 17 de abril, Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, fueron ordenados diáconos Nikolaus Klemeyer, LC y Leonhard Maier, LC por el obispo emérito Wilhelm Schraml (diócesis de Passau) en la Basílica de Santa Ana en Altötting. Al inicio de la Santa Misa, el P. Andreas Schöggl, LC, director territorial de Europa central, presentó a los candidatos al diaconado. Ambos ingresaron al noviciado en el año 2003 e hicieron la profesión perpetua en el año 2011.

A la celebración eucarística asistieron más de 500 personas, entre las cuales había alrededor de 100 adolescentes del ECYD de Alemania y un grupo de jóvenes de Polonia. Concelebraron varios legionarios de Alemania, de las comunidades del norte, algunos padres de Austria. También concelebraron diez sacerdotes diocesanos entre los que estaban el padrino del P. Leonhard Maier y el párroco que le contactó con los legionarios de Cristo, así como otros sacerdotes amigos y cercanos.

El momento del canto de la letanía de los santos.

El momento del canto de la letanía de los santos.

Mons. Schraml comentó durante la homilía que Jesús necesita a los sacerdotes y diáconos para poder obrar en el mundo. «Por la imposición de las manos y la oración serán ordenados diáconos. Ordenación diaconal significa mediación del Espíritu de Dios. Dios mismo pone su espíritu, el Fuego de su Amor en ellos», dijo.

También mencionó que Dios escoge a hombres, les concede su Espíritu y que esto constituye un regalo inmerecido de Dios a todos, a la Congregación y a todos aquellos que se beneficiarán directamente del ministerio de los diáconos donde ellos trabajen. Mencionó además que es misión de la Iglesia, que sus sacerdotes y diáconos sean aquellos hombres que lleven a los demás a los pies de la Cruz, al Corazón traspasado de Jesús, para que estos puedan conocer el amor de Dios. «Los diáconos deben llevar con autenticidad a los hombres lo más importante y valioso que tienen: Jesucristo, nuestro Señor y Salvador», resaltó.

Mons. Schraml durante la homilía.

Mons. Schraml durante la homilía.

El P. Leonhard se refirió así sobre uno de los momentos de la ordenación que fueron más significativos para él: «La letanía de los santos fue un momento muy hermoso, porque el obispo nos dijo que podíamos proponer algunos santos que significaban algo especial para nosotros y, después de invocar a esos santos, te acercas al obispo y te ordena, ese momento es muy fuerte y hermoso. La oración de ordenación fue un momento muy intenso, traté de seguirla muy conscientemente. Después, al dar la comunión, ves que Dios te ha dado mucho y ahora hay que darlo a los demás».

Tras la celebración de la Misa, los presentes acompañaron a los nuevos diáconos en procesión a la capilla de Gracia, o capilla de Nuestra Señora de Altötting, donde el obispo impartió su bendición. A pocos kilómetros, en el noviciado de los Legionarios de Cristo en Neuötting-Alzgern se ofreció una merienda y un momento de encuentro con los nuevos diáconos. También el obispo Schraml aprovechó la ocasión para encontrar y saludar a la gente.

EL P. Andreas Shoggl, director territorial de Europa central ayuda a revestir al P. Nikolaus Klemeyer.

EL P. Andreas Shoggl, director territorial de Europa central ayuda a revestir al P. Nikolaus Klemeyer.

«Ser ordenado en el 75º aniversario de la Legión me hace pensar que ahora soy «padre» para servir a mi comunidad, para servir a la Iglesia en la Legión, para seguir difundiendo el buen olor de Cristo en mi comunidad. En la oración de consagración a la Virgen le pedimos a María que nos ayude a vivir el mandamiento del amor en nuestras comunidades, porque donde hay caridad ahí está Dios. También reflexionaba que es un don de Dios ser ordenado diácono durante el año de la misericordia. He pensado que como sacerdotes cada encuentro que tenemos con las personas debe dejar en ellas una chispa de misericordia», dijo el P. Leonhard.

El P. Nikolaus Klemeyer comentó que ser sacerdote para él es «un deseo profundamente arraigado en mí, que me fascinó ya desde pequeño. Sin que yo tuviera que hacer mucho para ello, este camino se ha ido dando paso a paso, simplemente. Cuanto más he podido experimentar que el sacerdote es realmente otro Cristo, tanto más me he alegrado por esta vocación sacerdotal que Dios me ha querido regalar».

Fotografía del obispo ordenante, los concelebrantes y los nuevos diáconos.

Fotografía del obispo ordenante, los concelebrantes y los nuevos diáconos.

El P. Leonhard comentó también: «Después de la ordenación, humanamente no cambia nada. Como tú vives hoy así vas a vivir mañana. Como hoy haces tus encargos así mañana vas a llevar adelante una sección, como vives hoy la Santa Misa así la vivirás el día de mañana. Para mí no es un gran cambio en ese sentido, porque hoy busco vivir lo que Dios quiere y no se debe esperar a la ordenación para comenzar a buscar el camino de la santidad».